Con el anuncio del Gobierno de presentar un proyecto de ley para la reactivación del deporte, volvió a tomar fuerza la posibilidad de que los clubes puedan convertirse en sociedades anónimas deportivas (SAD). Esta figura permite que los equipos operen bajo un modelo empresarial mediante el cual pueden captar inversión privada, con el objetivo de mejorar su infraestructura y reducir deudas.

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A diferencia del manejo actual de los clubes, que son organizaciones sin fines de lucro controladas por sus socios, las SAD funcionan con inversionistas que tienen influencia en las decisiones. Es decir, se convierten en sus dueños.

Para Giovanny Cárdenas, especialista en derecho deportivo, este proceso favorecería que capitales extranjeros puedan ingresar a los clubes ecuatorianos, como ya ha sucedido en otros países donde grandes grupos han adquirido la mayoría de las acciones de los equipos.

“Siempre se ha tenido la intención de que el deporte ecuatoriano tenga inversionistas que puedan aportar económicamente, pero no es un proceso rápido. Si este proyecto de ley es aprobado por la Asamblea Nacional, para efectos de su aplicación hay que hacer reformas a la Ley del Deporte, que señala que todas las instituciones deportivas son sin fines de lucro. No es un tema que veo cercano a aplicarse”, argumentó.

Las modificaciones también llegarían a la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), ya que en sus estatutos se indica que los clubes que participan en los torneos que organiza deben estar bajo los lineamientos de la Ley de Deporte. “Al momento no hay un campeonato de sociedades anónimas, es de clubes regentados por sus socios”, explicó.

Si los equipos llegaran a optar por transformarse en SAD, deberían terminar su vida jurídica actual, lo que conlleva el cumplimiento de obligaciones y pasivos con sus trabajadores. “Se debería estar pendiente de que se respeten los procesos, porque estarían en juego los derechos y obligaciones. Actualmente los clubes tienen varios problemas económicos y obligaciones pendientes con jugadores, trabajadores y el Estado”, mencionó.

Cárdenas enfatizó que tanto con el manejo actual de los clubes como si estos fueran sociedades anónimas deportivas, “la administración será buena o mala según el manejo que se tenga, no por la figura que los clubes manejen”.

Las SAD han buscado ser aplicadas en Chile, Argentina y Brasil. En el primer país se tienen los casos de Colo Colo y U de Chile, que no llegaron a tomar totalmente esta modalidad, ya que crearon sociedades anónimas para que sean las encargadas de gerenciar los clubes.

Algo similar se dio en Ferrocarril Oeste y Racing de Argentina. En el caso de este último, la llegada de Blanquiceleste S. A. trajo esperanzas de estabilidad económica y logros deportivos. De hecho, el club logró salir campeón en el Torneo Apertura 2001, tras más de 35 años sin títulos de liga.

Sin embargo, la administración no estuvo exenta de polémicas, con críticas sobre la falta de transparencia y la priorización de objetivos comerciales por encima de la identidad del club. Además, sus finanzas no lograron estabilizarse como se esperaba, lo que puso fin a esta modalidad.

En Brasil, Cruzeiro, uno de los clubes históricos, fue el primero en formalizar la transición hacia una SAD, en 2021. Con la inversión del exjugador Ronaldo, el club implementó un nuevo modelo para sanear sus finanzas y renovar los éxitos. El exdelantero brasileño, que también es el dueño del Valladolid español, tras sanear las cuentas de Cruzeiro vendió sus acciones a un empresario compatriota suyo.

Independiente del Valle, mediante el grupo IDV, también se ha extendido a España y Colombia comprando acciones de los equipos Numancia y Atlético Huila, respectivamente.

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