Las fotos oficiales que la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) da a conocer de la Tricolor y las que suben los seleccionados en sus redes sociales tienen un denominador común: unión.

Una vez que llegan al combinado nacional, atrás quedan las camisetas de sus respectivos equipos y todos trabajan en beneficio del país.

En las imágenes se observa cómo comparten con alegría jugadores que son referentes de rivales acérrimos como Kitu Díaz y Fidel Martínez por Barcelona, y Cristian Noboa y Ángel Mena por Emelec. También cuando los jugadores del Ídolo y Liga de Quito posaban juntos a pocas horas de haberse enfrentado.

Este buen ambiente en la Tri es una de las fortalezas que consiguió el director técnico, Gustavo Alfaro.

SE APOYAN ENTRE TODOS

Para el exseleccionado Wellington Sánchez, “la camaradería que se observa en la Tri es muy importante. Por redes sociales se puede ver muchas actividades que viven a la interna y que los jugadores las comparten con compromiso, unión y respeto”.

Agregó que las bromas que realizan a las caras nuevas y el apoyo para que se integren al grupo es otro de los aspectos positivos “y que se refleja en los buenos resultados que han conseguido en la cancha”.

Sánchez recuerda que ambientes similares los vivió con el Bolillo Gómez, quien tenía un gran manejo del grupo “y nos decía que todos somos iguales, que ningún jugador era superior a otro por el equipo en el que jugaba”.

LA BASE DEL ÉXITO

David Quiroz, quien también vistió la camiseta de la Tri, analizó que “la camaradería es algo fundamental en una selección, y lo que hemos visto es fruto del trabajo del cuerpo técnico para encontrar armonía entre los jugadores, que además de buenos futbolistas deben ser buenas personas para representar al país”.

Dijo que lo que más le llama la atención es la alegría que se evidencia en los jugadores, y el respaldo que han dado a los naturalizados, en especial al Kitu Díaz, cuya convocatoria tuvo voces de crítica y respaldo de parte de los aficionados.

El Cholo recordó que en su paso por la selección, el festejar los cumpleaños o cambiar constantemente los compañeros con los que compartía en los momentos de la comida, ayudó para unir a todos.

“Cuando llegas a la selección, además de ser una gran recompensa al trabajo diario, uno se olvida de que el otro era el rival en el campeonato nacional y eso es importante para llevar de buena manera los microciclos y las concentraciones”, detalló Quiroz.