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Sangolquí se alistaba para su gran noche

Redacción Quito
Aprimera hora de la mañana, Luis Antonio Narváez, de 46 años, ya tenía todo listo en su asadero para recibir a la hinchada de Independiente del Valle. Era un día histórico. A pesar de que muchos se desplazaron a Quito para vivir de cerca el partido, Luis Antonio esperaba a quienes decidieron disfrutar de la jornada en Sangolquí.
“Mi compromiso también es con las personas que no irán al Atahualpa”, aseveró el seguidor del equipo ‘rayado’, que ayer jugaba contra Pumas de México los cuartos de final de la Copa Libertadores, la competición más importante de toda América.
El suyo no es cualquier asadero. Los militantes del plantel que se ha ganado el cariño y la admiración de todo el Ecuador son asiduos comensales de sus pollos y ensaladas. Así lo aseguró el dueño, quien recordó cómo los del Valle ascendieron a la Primera Categoría con mucha ‘garra’. Poco a poco, lo que una vez fue un grupo deportivo pequeño se transformó en un excelente representante de Rumiñahui.