Con un crucifijo en la mano, arrodillado y orando en el centro de la cancha. Así vivió el sacerdote Wilson Malavé la tanda de penales que se dio en la final del torneo de Exglorias, categoría máster, entre la selección del colegio San Agustín y la Juventus.

Para este duelo el elenco agustino no era el favorito para quedarse con el título, pues en frente tenían a un cuadro que contaba con exjugadores profesionales como Víctor Mina y Pedro Corozo.

Además Juve era candidato fijo a quedarse con el triunfo, debido a que llegaba con cuatro campeonatos consecutivos en este mismo torneo.

Pero pese al recorrido y experiencia del plantel naranja, la selección del San Agustín contó con una ‘ayuda divina’, pues el padre Malavé se la pasó orando durante los cuarenta minutos que duró el encuentro, que al final terminó sin goles.

Los rezos y motivación que se dieron por parte de Malavé, quien además es parte de la dirigencia postulante a la Asociación agustina, le dieron ánimo a toda la plantilla verdiblanca, que respondió bien a las arremetidas del rival.

Una vez finalizado el partido y antes de la tanda de penales, el sacerdote les dio una bendición extra al guardameta José Baque y a los que iban a cobrar los penales.

Al final, la ‘ayudita divina’ de Malavé sirvió para que San Agustín derrotara al favorito del torneo y consagrarse por primera vez en esta categoría.

“Sabía que Dios nos estaba ayudando en este torneo. Este es un triunfo que llega por la fe y confianza que le tuvieron al Señor”, expresó Malavé después de orar en agradecimiento con el resto de la plantilla del equipo agustino.