Días de felicidad ha vivido Roberto Ordóñez, que el domingo 12 de junio regresó a las canchas tras siete meses de ausencia. La primera buena noticia le llegó tras ganar el premio a la mejor celebración en El Pro, luego recibió su primera convocatoria oficial con Aucas en esta temporada, para el juego ante Leones del Norte, y tuvo el broche de oro con su debut en la Copa Ecuador.

De este forma, la Tuka quiere dejar atrás un primer semestre al que calificó de “amargo” en el que estuvo entrenando solo al no ser parte de los planes del argentino Héctor Bidoglio, exentrenador del Papá.

“Estoy más tranquilo, tengo otra oportunidad para seguir mostrando mi potencial, estoy para sumar. Seguir siendo parte de Aucas me motiva”.

Dice que el arribo del técnico venezolano César Farías fue clave para que vuelva al equipo principal. “Cuando estaba en Delfín (2018 y 2019) quiso llevarme a sus equipos, pero no se dio. Hoy estamos trabajando juntos, es un gran entrenador, de mucha experiencia, que nos ha ayudado, se ha formado una gran familia y eso se refleja en los resultados”, resaltó.

Ordóñez, de 37 años, y que llegó a Aucas como refuerzo la temporada pasada, tiene claro que debe retomar el ritmo futbolístico, ya que su último juego oficial fue en noviembre de 2021 con el Manta, cuadro al que fue a préstamo para la segunda etapa.

LOS CULPABLES

La Tuka fue claro al mencionar al estratega Bidoglio como el responsable de su mal momento en el Papá, en el que llegó un punto que denunció no lo dejaban ni ingresar a entrenar, pese a tener contrato vigente.

“Hubo personas que mancharon mi nombre, que quisieron ensuciarme mucho dentro de Aucas, uno de ellos fue el entrenador Bidoglio que nunca me conoció y tampoco se dio la oportunidad de conocerme”, indicó.

Ordóñez prefiere no profundizar en ese tema y enfatizó que “después de pasar un momento tan amargo hago borrón y cuenta nueva”.

Quiere aportar con goles para que el Papá luche por ganar la segunda etapa de la LigaPro y clasifique a la Copa Libertadores.