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Richard Calderón juega de volante en Barcelona.Extra

Richard Calderón graba los partidos de Barcelona

El volante es un hombre de confianza de Guillermo Almada

Richard Calderón estuvo nueve años en Liga de Quito y hoy viste la camiseta de Barcelona. El profesor Guillermo Almada confía en el volante de los amarillos y ha jugado en vez de Matías Oyola, que está lesionado.

Calderón habla con EXTRA sobre su vida en el actual campeón del fútbol ecuatoriano.

¿Asimiló lo que sucedió en Brasil hace una semana?

Es un sueño que tenía desde pequeño. Siempre quise llegar a ser futbolista y luego conseguir logros. Lo que se hizo en Brasil quedará para la historia del club y la nuestra; son cosas lindas que te pasan. Y hay que disfrutarlas, pero seguir trabajando por más.

¿Siempre confió en poder llegar a ser profesional?

Era pequeño y soñaba salir en la televisión como jugador. Siempre me imaginaba eso, pero no sabía si iba a llegar o no. Quería estar con los estadios llenos y ahora mira cómo se me cumplió. Juego en Barcelona, en el Monumental, que siempre está lleno.

Pero hubo un momento duro en 2014. Tuvo que dejar el fútbol durante un año. ¿Qué pasó?

No había oportunidad de jugar y como nació mi bebé tenía que tener dinero. Mis padres poseen una gabarra y me tocó ir a trabajar allá los fines de semana. Hacía de todo, desde cobrar hasta bajar la cadena.

Era un ‘cinco’ en la gabarra. ¿Tenía que tener precisión a la hora de actuar?

(Risas) Es verdad, cuando estás bajando la cadena no puedes fallar. Mis padres (Carmen Llori y Rodrigo Calderón) me dieron trabajo en el 2014. Toqué muchas puertas, me fui a probar en varios equipos, pero Dios me tenía guardado Barcelona para el 2016.

Pasó por Deportivo Quito y ahí le llegó la gran oportunidad.

Le contaba a mi esposa, Majo Espinoza, que esto es un sueño. Por ejemplo, te das cuenta de que el estadio de Brasil estaba lleno, que Barcelona gana... Y yo estoy ahí. Son las cositas lindas que Dios te da. Sin olvidar todos los años que estuve en las menores y el equipo de primera de Liga de Quito.

¿Qué se le pasó por la cabeza cuando llegó a firmar por el Ídolo?

Estar en Barcelona es complicado, por todo lo que significa la institución, porque es grande. Estás en la mira de todos, hay jugadores de renombre y ganarse un puesto es duro. Pero el consejo de mis padres siempre ha estado presente: Nunca darme por vencido y ser perseverante.

Da la sensación de que ha madurado mucho en estos dos últimos años.

Sí, años atrás me dejaba llevar por el carácter. Me pasaron muchas cosas que me sirvieron para madurar y ver la vida de otra forma y al final eso me ha servido de mucho. Ahora me gusta grabar los partidos para luego verlos y corregir las fallas. Tienes que entrar sin miedo a dar todo por Barcelona.

Cuando se lesionó Matías Oyola ¿qué le dijo el técnico Guillermo Almada?

Desde el año pasado, cuando ha faltado Matías, me ha tocado estar jugando. El profesor me dijo que me tocaba jugar, que a pesar de que no tenía seguidillas de partidos confiaba en todo lo que podía dar.

¿Esa confianza del técnico es lo que hace que todos puedan jugar y rendir a gran nivel?

Sí y también que tenemos un equipazo en todas las líneas, por eso todos los que entran lo han hecho bien.

La hinchada comienza a soñar en grande. ¿Qué hay en la mente de Calderón?

Mi corazón palpita a mil, estoy muy ilusionado. Todos estamos soñando en cosas grandes, porque queremos ser el equipo más ganador del Ecuador y también fuera del país.