Nuevamente la lucha en los exigentes ascensos del Tour de Francia tuvo a Richard Carapaz como protagonista. El tricolor volvió a relucir su fortaleza y con el sólido apoyo de sus compañeros del Ineos Grenadiers dejó en el camino del mítico Tourmalet a los rivales que le acechaban por el tercer lugar de la clasificación general.

Y el golpe se registró en la escalada final a la meta en Luz Ardiden, donde nuevamente tuvo la batalla con Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard, evidenciando que son de los mejores de la ronda gala.

“Quedan dos días y puede pasar cualquier cosa, pero creo que el podio está casi decidido. Ha sido una etapa dura. Rodamos muy rápido y el resultado fue bueno porque estábamos en la lucha por la victoria de etapa”, analizó Carapaz.

Richie tiene una ventaja de más de dos minutos sobre sus perseguidores, renta suficiente de cara a la jornada de contrarreloj que se vivirá el  sábado 17 de julio. Al menos en teoría.

“Con la ventaja que sacó, Richard tiene asegurado el podio. Además, ha mejorado sus registros en la crono y, lo más importante, tiene esa motivación de ganar”, comentó el entrenador Ricardo Amigo Díaz.

El especialista cubano agregó que solo un imprevisto, como una caída, le quitaría su lugar entre los tres mejores de la ronda gala.

La crono será el último reto de cara al ingreso triunfal a los Campos Elíseos, en París, el domingo 18 de julio, y así completar el podio que le faltaba en las grandes vueltas tras el título del Giro de Italia, en 2019, y el vicecampeonato de la Vuelta a España, el 2020.