Un cambio radical de planes vive Richard Carapaz. Cuando tenía todo estructurado para ser el líder del Ineos en el Giro de Italia, en busca de revalidar el histórico título conseguido el año anterior, su equipo le notificó que apostarán por él para el afamado Tour de Francia.

Richie, desde la concentración en Niza, confesó que la noticia “fue una sorpresa, dentro de mis planes estaba el Giro de Italia como el objetivo máximo, pero estoy listo para este nuevo reto” y resaltó que “el equipo ha apostado por mí sobre todo después de Burgos, Polonia y Lombardia, donde hice unas carreras muy buenas, me han dado esta oportunidad de ir al Tour”.

El ciclista ecuatoriano se fortalece en estas circunstancias y lo demostró la temporada anterior cuando no fue como el líder del Movistar Team y al final sacó todo su talento para quedarse con la Corsa Rosa.

Ilusionado ante el desafío

Ahora en el Tour, considerada como la principal competencia del ciclismo mundial, señaló que “es una carrera que siempre me ha llamado la atención y este año es oportuno para hacerlo. Estoy ilusionado porque es la hora de poder conocer el Tour, de aprender mucho en una prueba con mucha tradición e historia”.

Pese a que detalló que su objetivo es apoyar a que el colombiano Egan Bernal defienda con éxito la corona de la Grande Boucle, no descarta que la carrera lo ubique con posibilidades de dar pelea para obtener su segunda grande y llegar con el maillot amarillo a la meta en los Campos Elíseos en París.

Al consultarle sobre las opciones de ganar etapas, Carapaz confesó que son altas debido a que en el recorrido predominan la etapas de montaña y que conseguirlo “sería como sacarla del estadio”.

La ayuda de la altura

Luego señaló que superó un problema en la pantorrilla tras la caída sufrida en el Tour de Polonia y que “físicamente me encuentro muy bien, ese puntito extra que nos da el haber entrenado en la altura de Ecuador me ha servido de mucho en mi preparación”.

Carapaz, con la humildad que le caracteriza, manifestó que “vivimos un año singular, en un año normal no hubiese asistido al Tour” y que se siente “muy emocionado y orgulloso de llevar la bandera del Ecuador, marcando el camino para futuras generaciones”.