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Juan Rosero con uno de los afiches que tiene en su casa, en los que destaca los triunfos de su hijo Sebastián junto a Darwin Castro.HENRY LAPO / EXTRA

¡Atletas paralímpicos van por la revancha en Tokio!

Darwin Castro y sus guías Sebastián Rosero y Diego Arévalo ganaron diploma de los Juegos pero les quedó la ‘pica’ de la medalla. Su familia les apoya

Don Juan Rosero, su esposa, hermanos y sobrinos estaban físicamente en Quito, pero con el corazón a casi 14.500 kilómetros de aquí, en Tokio, Japón. Una vivienda en Santa Anita, al sur de la capital, los acogió la noche jueves 26 de agosto.

En Ecuador eran las 19:00 y comenzaba a hacer frío. En Tokio ya el sol del sábado empezaba a pegar fuerte. Eran la 09:00 y Sebastián Rosero, el hijo de Juan, se aprestaba a saltar a la pista para, como guía del atleta paralímpico Darwin Castro, completar los 5.000 metros planos de una exigente carrera.

“Hicimos fuerza desde acá para que luchen por la medalla, pero el ritmo de los japoneses fue tremendo. Al final de la prueba les enviamos mensajes de aliento, que no se desanimen, que dieron todo y cuentan con una nueva oportunidad”, detalló el hombre, emocionado por su hijo.

Y tiene por qué estar orgulloso, pues en la carrera, el paratleta Castro y sus guías Rosero y Diego Arévalo obtuvieron el diploma paralímpico, en lo que fue el debut de la delegación ecuatoriana en Tokio.

Los tricolores tenían en la mira una medalla, pero alcanzaron el sexto lugar para sumar un nuevo certificado, que se agrega al obtenido en Río 2016, donde se estrenaron en la máxima cita deportiva.

LES FALTA 'FOGUEARSE'

El padre de Sebastián y quien recibió durante unos años a Darwin en su casa, confesó que “ellos estaban preparados para dar más. Estoy seguro de que van por la revancha en la competencia de 1.500 metros”.

Analizó que se evidenció que les falta tener más competencias en el exterior para conocer el nivel de sus rivales. “Esperamos que se brinde mayor apoyo para que se sigan preparando”, señaló.

Sebastián Rosero, Darwin Castro y Diego Arévalo ahora se preparan para la prueba de 1.500 metros.CORTESÍA

Rosero destacó que “puede ser que la presión al estar entre los favoritos les pudo afectar. Ahora ya van para la siguiente carrera sin los nervios del estreno y adaptados a las altas temperaturas”.

Darwin, Sebastián y Diego volverán a saltar a la pista el domingo 29 de agosto, en la prueba de 1.500 metros. Y el corazón de Juan y su familia volverá a estar con ellos en Tokio, empujándolos hacia la meta.

EL RECIBIMIENTO

La familia de Sebastián planifica ya el recibimiento a los deportistas a su retorno de Tokio. “Les gustan los mariscos y el sushi, también el caldo de patas y el seco de pollo. Los recibiremos como los campeones que son”, destacó don Juan, quien guarda, en el cuarto que antes de radicarse en Cuenca compartían Sebastián y Darwin, varias de las medallas que han obtenido con mucho esfuerzo.