Tras los desacuerdos en el Consejo Ejecutivo del 29 de abril, el Directorio de la Concentración Deportiva de Pichincha (CDP) convocó hace pocos días una asamblea extraordinaria para tratar el proyecto del estadio Olímpico Atahualpa. Sin embargo, no se instaló, al no aprobarse, con 23 de 25 votos, el orden del día.

Continúan los problemas con el emblemático escenario deportivo capitalino, que pretende ser una de las sedes en la supuesta postulación de Ecuador para organizar la Copa América 2028. Cuando se suponía que se iba a firmar un acuerdo entre el denominado Grupo Promotor Nuevo Atahualpa (encabezado por la empresa colombiana Gecar) y la matriz del deporte oro y grana, resulta que no todo estaba claro.

En la asamblea de hace pocos días, antes de la votación, varios dirigentes de la matriz provincial tomaron la palabra para manifestar que persiste el malestar en torno a la falta de información sobre el proyecto del Coloso del Batán. El presidente de la Asociación de Boxeo, Eduardo Beltrán, de hecho, quiso dejarlo por escrito en un documento con varios puntos en los que coincidieron la mayoría de presidentes de las asociaciones oro y grana.

En uno de esos puntos solicita conocer un asunto fundamental que no ha sido socializado: “Que se lea la carta que Alexis Recalde dijo en el Consejo anterior que había enviado el Gobierno por Cancillería para pedir que se haga el estadio con esa empresa (Gecar)”.

Recalde es asesor del actual presidente de la CDP, Miguel Ángel Pavón, y en la reunión de finales de abril, cuando se puso freno a la firma de un convenio con la empresa Gecar, había explicado que lo actuado por el Directorio respondía a un pedido directo por parte del Gobierno por medio de un documento de Cancillería.

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Sin embargo, se pudo conocer que ningún dirigente sabe el contenido de la carta y que ni siquiera el documento estaría en el expediente sobre el tema que posee la Secretaria General de la institución.

Los dirigentes se siguen cuestionando el hecho de no contar con información clave como esta. Ese fue el motivo para que se opusieran a un orden del día en el que decidirían tres miembros para integrar una Comisión Pro Estadio.

“El Gobierno, a través del Ministerio del Deporte, quería que se dé algún tipo de negocio con la empresa Gecar. Ellos daban un tipo de aval, pero no sabemos qué aval era. No tenemos información de nada. Se dice que hay una carta de Cancillería, pero nunca nos ha llegado a los dirigentes información sobre eso”, criticó Diego Jácome, dirigente de levantamiento de pesas.

Germán Castro, representante de Gecar, empresa que reconstruyó estadios emblemáticos como El Campín de Bogotá, en Colombia, fue claro al presentar la idea del nuevo Atahualpa y reiteró que no se ha diseñado nada todavía, que está en cero, informó en abril Diario EXTRA. De hecho, no existen estudios de prefactibilidad, ni de suelos, ni de estructura; menos aún de mercado, corrida financiera o tasa de retorno para la CDP.

Se conoció incluso que los últimos estudios se realizaron en 2012, cuando José Francisco Cevallos fue ministro del Deporte y llegó a anunciar la remodelación del estadio. Esos datos ya no están actualizados y deben repetirse. Además, tampoco se sabe con qué figura legal entraría una empresa inversora, pues el predio del estadio no puede ser concesionado ni puede ceder su administración, al constar como donación por parte del Municipio de Quito.

Toda esta situación generó aún más desconcierto entre los dirigentes de la CDP, pues no entendían cómo en su momento se iba a presentar un proyecto y firmar un acuerdo sin existir el mismo.

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