A miles de kilómetros, en Italia, vieron a Carlos el ‘Loco’ Larrea en la miseria. El ex jugador de Emelec, quien fue protagonista de un reportaje de EXTRA hace una semana, iba a tener una sorpresa.

El lunes, sin aviso, recibió la visita de la Gestión Social de la Gobernación del Guayas en su vivienda, hasta entonces repleta de basura. Le dieron un baño, limpiaron el solar, y le prometieron ayuda.

Este Diario quiso reunirse con él de nuevo, y le vistamos en su hogar, en las calles Cristóbal Colón y la 11 en Guayaquil. Larrea luce diferente. Cabellado cortado, jean y camiseta naranja nuevas. Aun así, poco a poco se ensucia de nuevo, obligado a seguir durmiendo entre plásticos de basura.

Pero lo que más cambió fue su estado de ánimo. “Dios... Han venido de nuevo. Gracias por volver, full gente vino a buscarme y dicen que me van a ayudar”, explica emocionado. “Hasta un amigo me regalará unos focos para que tenga luz aquí”, continúa, con voz nerviosa, cerca del llanto.

La mejor sorpresa

A pesar de la emoción, Carlos aún no ha recibido la mejor sorpresa. Tras publicar la nota en la edición digital de EXTRA, recibimos un mensaje desde Italia. Rosa Larrea, su nieta, leyó la noticia y no tardó en reaccionar al ver cómo vive su abuelo. Emocionada, nos pidió hablar con él mientras prepara un vuelo para arribar en noviembre a Guayaquil.

Así, solo había que traer a Garrinchita al edificio Granasa. Sin dudarlo, la gloria eléctrica subió al carro, ilusionado con poder ver a través de una cámara a sus familiares. Entre reclamos por no haberle llevado el diario con su reportaje, Larrea no deja de hablar. Está nervioso, y no puede contenerlo.

FRENTE A FRENTE

Entra a la redacción cantando, sorprendido por el recibimiento de todos los periodistas. Lanza algunos piropos, saluda amable a todos y se prepara para la gran sorpresa. Una vídeollamada por whatsapp lo pone frente a frente con Rosa, a quien no tarda en reconocer.

En italiano, aunque traducido al instante por el Loco, inician una emotiva conversación, después de ocho años sin poder ver a su nieta. De pronto, en la pantalla aparecen dos peladitos, Giuliana y Stéfano, sus dos bisnietos a quienes no conocía.

Rosa, también emocionada, admite que sufrió al ver la nota de EXTRA, y que le costó ser consciente de cómo estaba viviendo. Aun así, saca fuerzas y se alegra por verle tan cambiado. “Me bañaron, me cortaron el pelo y me hicieron la barba”, explica sonriente, mientras se saca su querida gorra de Emelec para mostrar su nuevo look.

Momento de la despedida, de lágrimas incontrolables, tanto en el edificio de Granasa como en Italia. Solo fue un primer contacto, porque en unos meses se abrazarán y llorarán juntos en Guayaquil, quizá también junto a un hijo de CCarlos ‘Loco Larrea’ llegó a EXTRA y tuvo una conversación con Rosa, su nieta, quien le presentó a dos bisnietos. arlos, del que solo sabe que está viviendo en Ecuador.

Así, volvió a sonreír, antes de abandonar la redacción con nuevos piropos, para seguir esperando a las personas que de buena voluntad le den la mano.