En realidad son ‘panas’, pero cuando el guion indica ‘drama’, le ponen toda la pasión a la actuación, al punto de que hasta los ‘televidentes’ (que en realidad son hinchas y dirigentes) se creen que están peleando de verdad y hasta prometen que no se van a volver a hablar. Pero nada de eso, luego se llevan de lo lindo.

Es ‘El Poder del Pito’, la versión futbolera del ‘El Poder del Amor’ que fue protagonizada por Miguel Ángel Loor, presidente de la LigaPro, y Luis Muentes, titular de la agremiación de árbitros.

Ojo, esta es una pelea que nadie debe creer que es real, pues es pura ‘farándula deportiva’, ya que las dos partes saben que tarde o temprano los árbitros deben de cobrar su billete, se lo han ganado de buen manera.

EL GUION

El drama comienza cuando pasan meses y los pitos no cobran. Luis Muentes, el hombre fuerte de los árbitros, siempre está diciendo que se van de huelga; pero como lo ha dicho tantas veces, la última semana no le creyeron y saben qué pasó... paralizaron todo.

Se pueden burlar de todo, menos del dinero para comer, eso es ‘sagrado’. Ya los ahorros de los referís se habían terminado, no había platita.

Lo cómico de todo esto es que en este drama entre los dirigentes de la LigaPro y los jueces, se mandaron un guion de reality show.

El amague era: “Como no quieren pitar, contratamos a árbitros extranjeros”, pero los referís de otros países no querían comprarse un ‘pito’ más y en voz baja filtraron esta respuesta: “No les pagan a ellos que cobran menos que nosotros, y nos van a pagar lo que valemos”.

Al final del drama. Los ‘yuntas’ que se habían peleado una semana, decidieron volver a llevarse. En cualquier esquina de Ecuador les ‘encamarán’ que “son farándula”.

Y para que vean que los árbitros son ‘buen dato’, el único partido que se jugó fue Independiente del Valle contra Católica. Cosas de la vida: los exdirectivos (Egas y Deller) de esos equipos son los principales de la Ecuafútbol... pero esto es solo para darle más drama a ‘El Poder del Pito’.

Nos quedamos con las palabras de Miki Loor: “Nada de celebrar”. Eso quiere decir que esta historia continuará...