En medio de los gritos de apoyo fue retirado en camilla el irlandés Conor McGregor del T-mobile Arena de Las Vegas, EE.UU., donde se disputó el evento 264 de UFC, tras sufrir la rotura de su tibia izquierda y perder su pelea por nocaut técnico ante el americano Dustin Poirier.

Faltaban seis segundos para que terminara el primer asalto. En ese momento ‘The Notorious’ lanzó un golpe con su brazo derecho y retrocedió para defenderse. Pisó mal con su pie izquierdo y se lesionó, que según Poirier la causó con una patada de él al inicio del combate.

El ‘gringo’ al ver que McGregor cayó a la lona no dudó y se lanzó sobre él para finalizarlo. El árbitro Herb Dean los separó cuando sonó la bocina y, de inmediato, el irlandés avisó sobre su dolencia.

“Esto no ha terminado. Lo único que hace es calentar más la cuarta pelea. Pegué, caí mal y al final me rompí la pierna. Le estaba pateando, le estaba arrancando esa cabeza ensangrentada”, decía el irlandés mientras era atendido por el cuerpo médico en el octágono.

El desenlace no gustó a algunos aficionados que llenaban por completo el aforo del escenario, que quedaron decepcionados por el rápido desenlace y abuchearon a Poirier.

“Todos los que me abuchearon pueden besarme el culo. Le gané al chico. Le deseo una pronta recuperación. No estoy triste. Le gané fácil. A veces estas cosas pasan”, declaró el estadounidense en su entrevista posterior a la pelea.

Poirier también había ganado a McGregor por nocaut el pasado 21 de enero en Abu Dabi.