Exclusivo
Deportes
¡'Palcos' de lujo en el estadio Bellavista!
Dos de los bloque del conjunto Los Rosales tienen una vista privilegiada al estadio Bellavista. Con las ganancias han puesto gradas, baldosas y baños
Cada vez que hay un partido en el estadio Bellavista de Ambato, Mateo, de 5 años, se alegra porque puede sentir la emoción de los hinchas y el ambiente de fiesta, pero en el edificio donde habita. Y más aún cuando juega su equipo, Macará.
Mientras el pequeño juega con sus amigos, los adultos arreglan el lugar para recibir a los fanáticos de los equipos locales, quienes asisten a las terrazas del conjunto Los Rosales para ver los partidos, más ahora en tiempo de pandemia, que está prohibido el ingreso de personas a los estadios.
El conjunto lo conforman cuatro bloques de diez departamentos, pero dos de los que están justo detrás del Bellavista: Acacias e Ingahurco, son los que tienen una vista de palco.
Mateo vive en Acacias, donde Álex Freire es el administrador. El policía en servicio pasivo hace tres años reside en el lugar y asegura que los dueños acordaron el ingreso a los hinchas, pero el privilegio lo tienen las barras. Ellos pueden llevar sus tambores, banderas y todas las indumentarias.
En Acacias tienen preferencia los de la agrupación Ultra 94 que alienta a Macará, pero entre las condiciones exigen no decir groserías, saltar y protagonizar peleas.
Uno de los primeros habitantes es Camilo Ríos. Él contó que en el lugar antes estaban las canchas del Tenis Club.
Este tenía un espacio para piscina, que ahora es el garaje. Los Rosales se construyó hace 40 años, aproximadamente, 36 después de que se inaugurara el Bellavista, el 24 de julio de 1945.
Ríos dice que su casa le costó cerca de 5.000 sucres (20 centavos actualmente) y está en el segundo piso. Es tesorero de la administración y cuenta que cobran por el ingreso porque invierten en el mantenimiento del bloque.
En Acacias cobran 5 dólares por entrada y podían estar hasta 40 personas, pero por la pandemia ahora reciben hasta 30. Con las ganancias han puesto gradas, baldosas y sanitarios.
“Siempre habrá un vecino que se oponga, pero les hacemos ver que es una oportunidad”, mencionó Ríos.
En Acacias también habita, desde hace diez años, Edwin Velasteguí, exjugador de Macará y Técnico Universitario. Sostiene que los recuerdos como futbolista fueron gratos y ahora también se une a los hinchas que acuden a la terraza.
“Solo personas conocidas y familiares pueden ingresar. En esta pandemia íbamos a cerrar, pero acordamos poner la cabina de desinfección”, manifiesta.
La idea es mejorar el lugar. “En los proyectos están poner cubiertas en los graderíos. También nos hemos hecho famosos porque cuando hay un partido nos enfocan en la televisión”, dejó saber entre risas el exvolante.
Los residentes se reparten las funciones. Silvia López es una de las encargadas de hacer el café y tostadas, que vende a los hinchas que buscan abrigarse en las tardes o noches frías. En los días soleados ofertan refrescos.
Antonio Machado, hincha macareño, aseguró que a raíz de la pandemia pidió a los integrantes de la Barra Ultra 94 que lo incluyan en el listado para ingresar y observar a su equipo. “No puedo gritar, ni saltar, pero siento la dicha de ver jugar a mi equipo como si estuviera en la cancha”, expresó.
Por otra parte, Gonzalo Garcés, presidente de aquella agrupación, dijo que son 27 años que tienen alentando al club celeste y al menos unas mil personas la conforman. Sin embargo, no a todos pueden incluir en el listado para alentar desde las terrazas. Cuando juegan los dos equipos locales: Técnico Universitario y Macará, permiten ingresar solo a un grupo de aficionados.