El quevedeño Iris Muñoz fue futbolista profesional en algunos equipos en la década del 90 como Macará, Deportivo Quevedo, Nueve de Octubre, entre otros. En 2010, mientras viajaba de Babahoyo a Ventanas, en el sector de la ‘curva de la muerte’, se salvó de irse al ‘hueco’.

Solo recuerda que estaba en el hospital, no sentía sus piernas, lo operaron de la columna, le colocaron unas barras, debido a que las vértebras T10, T11 y T12 fueron las más afectadas. Nunca volvió a caminar.

Muñoz era delantero, pero ahora lleva ocho años en su silla de rueda. Sin embargo, el fútbol nunca se fue de su vida.

Desde hace tres años tiene su escuela de fútbol que se llama Foot7 y en la actualidad es el entrenador del equipo 1 de Mayo, de la provincia de Bolívar, que jugará el ascenso.

Iris lleva algunos años tratando de tener el carné de discapacidad que emite el Ministerio de Salud, porque eso le serviría como ayuda en descuentos de servicios básicos y compras, pero se cansó de viajar de Quevedo a Babahoyo para hacer los trámites. Nunca le dieron.

Estalló de coraje al ver que algunas personas salen en las noticias haciendo mal uso del documento que él no tiene. Su discapacidad es del 75 por ciento.

“Desde el 2012 lo venía pidiendo, pero nunca me ayudaron. Lo había solicitado al MIES (Ministerio de Inclusión Económica y Social), me mandaban que vaya a Babahoyo y luego a Quevedo, me tenían tonteando. Iba de allá para acá. Nunca he tenido ningún beneficio del Estado con ese famoso documento. Llevo ocho años pidiendo el carné”, comenta Muñoz.

Lo que sí pudo lograr, pero una lucha de años fue el carné del Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades (Conadis), pero que en realidad no le sirve “de nada”, dice. Hasta ya ha caducado.

“Hice un trámite enorme, de médico en médico, hasta que me dieron, fue un drama para que me den ese carné. Pero no me sirvió de nada. Me dicen que el que da el Ministerio de Salud es el que sirve para ser beneficiado, yo lo quiero no para traer un carro, lo deseo es para que me sea útil en muchos pagos”, comenta Iris desde Quevedo.

Sobre los ‘discapacitados’ que han salido, es de frente: “Esta gente piensa que somos sus amuletos, que somos su burla, yo era bueno hasta el accidente, no tienen idea de ser discapacitado”, dice Muñoz.

Sobre el tema del momento de los ‘enfermos por interés’ comentó con coraje: “Me quedé sorprendido, me sentí con una impotencia de no saber cómo reaccionar, soy discapacitado real, no tengo beneficios. Hay gente que es sana y buena y tienen el beneficio de hasta el 50 % en sus gastos”.

Dice que desde que salió el ‘pito’ de los carnés, muchas personas con discapacidad lo han llamado: “Hay gente quiere que sea su portador, que le diga a las autoridades que somos prioridad. Necesito ser ayudado, ser atendido, queremos ser tomados en cuenta. Necesito de ese apoyo”.

“Hasta carros veo que han sabido traer en nombre de los discapacitados. Estamos abandonados. Los discapacitados no somos burla de nadie, no hemos podido tener ese documento. Me cansé de buscar ese carné y nunca me lo dieron. Todo lo que he conseguido ha sido porque Dios me ha dado la mano, soy su guerrero”, expresa Muñoz,

Y pese a las dificultades, Iris estudia un diplomado en preparación física vía online.

Es padre de cuatro hijos: Joan, Jonathan, Erick y Alejandro; y tiene un lema: “Dios está conmigo, me siento como si anduviera trotando o caminando”.

Iniciará la temporada 2020 con 1 de Mayo

El lunes 7 de julio volverá a los trabajos con el 1 de Mayo. Primero harán las pruebas del COVID-19 y con los que estén actos arrancará la pretemporada para participar en el torneo de segunda categoría de la provincia de Bolívar.

Los directivos Holger Ulloa y Jaime Camacho le han dado toda la ayuda para que forme el plantel 2020.

Por ahora Muñoz se lamenta por no tener el famoso carné de discapacitados, pero tiene fe y ganas de salir adelante, mientras ve cómo los “discapacitados falsos se han dado la buena vida a costillas de quienes tienen problemas de salud”.

SUS EQUIPOS

Militó en Liga cantonal de Quevedo, Milán, D. Quevedo, Macará, Técnico, Olmedo, Nueve de Octubre de Guayaquil, Valdés y Santa Rita.