Ñañas está a un paso de disputar por cuarta ocasión consecutiva la final de la Superliga femenina. El cuadro capitalino ha sido uno de los grandes animadores del torneo y llega al juego del viernes 9 de septiembre, desde las 19:00, en el estadio Christian Benítez, con una ventaja de 4-0 en la ida ante Barcelona.

Las futbolistas van tranquilas, pero no confiadas por la goleada en Sangolquí y esperan sellar el boleto a la final y, además, cobrar revancha ante Wendy Villón y sus pupilas, que les quitaron la corona en las últimas tres ediciones, cuando militaban en Deportivo Cuenca y El Nacional.

“Es una motivación más el poder eliminar a un grupo que nos dejó sin título en tres oportunidades”, confesó la zaguera Jessy Caicedo.

La defensa, de 23 años, fue clave anulando a Madelin Riera, goleadora del torneo. “Analicé bien a Madelin, su juego. En el partido quedó demostrado el trabajo realizado en cada entrenamiento. No pudo hacer nada”, afirmó

Jessy espera tener otra buena jornada en Guayaquil y aportar para que su portería termine invicta. Agregó que esto no significa que Ñañas presentará un esquema defensivo ante las toreras y destacó que mantendrán la vocación ofensiva que han presentando a lo largo de la Superliga.

Esto lo ratificó la arquera Andrea Vera, quien llegó esta temporada al equipo. “Estamos conscientes de que Barcelona buscará ganar. Tenemos que estar más concentradas y siempre con la mira en el arco rival, somos un equipo ofensivo”, detalló.

Enfatizó que una de las fortalezas que tiene el bloque defensivo de Ñañas es la constante comunicación que mantiene en la cancha con las zagueras Caicedo y Analiz Zambrano. “Nos entendemos bien en la cancha. Una de las ventajas que tenemos es la unión del gran grupo que se ha formado”, aseguró Andrea.

Contó que están enfocadas en llegar a la final, que además les da la clasificación a la Copa Libertadores que se disputará en octubre, en Quito, y poder sacarse esa ‘espinita’ de alcanzar la primera estrella.

POR LA REMONTADA

La dura caída en la primera semifinal fue una gran lección para Barcelona. La entrenadora Wendy Villón trabajó para corregir los errores de las toreras y para recuperar la efectividad frente al arco.

La contundencia fue una de las características de las amarillas en el torneo de la mano de Madelin Riera, goleadora de la Superliga con 28 tantos. Confían en conseguir la remontada y acceder a la gran final, donde Villón y varias de sus pupilas podrían sumar su cuarta corona nacional de forma consecutiva.