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Barcelona enfrentó a El Nacional en el estadio Monumental en la novena jornada.API

El Nacional resbala del limbo

Opinión: Criollos, ni en Viernes Santo les llegó el milagro en el fútbol ecuatoriano

Asad salta al campo con la angustia de que, su cabeza, puede ser la del turco. Antes de que el árbitro 'cante' el viernes 18 de abril de 2025, sus discípulos le negaron tres veces: Djorkaeff Reasco(2) y Jeison Chalá (1), chances de gol clarísimas, como la luz del Señor. Para colmo de males, cuando hizo falta, el portero Contreras hizo de Cancerbero.

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El rojo, su largo viacrucis, la reiterada negación de la gloria del viejo Bi-Tri. Su presidente, Marco Pazos, no es Poncio Pilatos: no puede lavarse las manos. Las opacas, chistosas e incompetentes administraciones anteriores, son sus coartadas. Pero sus propios errores, devienen en pecados mortales.

Un DT varado, un jugador cantante: ¡con esos panas!

Asad es turco, no santo: llega sin dirigir tres años y sin su cuerpo técnico, a redimir un equipo parchado con lo que da la tierrita. Entre los refuerzos: la graciosa vinculación de Bryan de Jesús, ex jugador y, ahora, cantante. JJ Cifuente con su señora sobre barriga. Fidel Martínez que, este año, no es alegría ni atrevimiento.

Omar Asad seguirá dirigiendo a El Nacional.API

El DT, en un camerino de poquita fe. A Fidel, en cancha, sus compañeros le pechean por falta de ñeque y ya no le dejan patear penales; ante Barcelona el Turco no le dio ni un minuto. La idea y alineaciones cambiantes, un equipito que sospecha de sí mismo, que se busca y no se encuentra. ¡Con esos panas, Turco!

Tengo la camisa negra…

El Nacional pudo ganar a un Barcelona jugando a medias, pensando en Libertadores: el martes, ante Universitario limeño, a Castillo le toca refrendar la confianza. Le alcanzó con el soberbio cabezazo de Rivero, que -contrario a los rojos- honra por qué lo contrataron: el uruguayo hace diferencia.

El rojo, bajito, llegó tres veces, ninguna trepó al marcador. Veniales y mortales, entre los pecados militares, hay lugar para malos pensamientos. El Turco sudó la gota gorda y lució de luto: empapó una camisa negra formal, que la cambió por otra negra, del diario.

El rojo boquea en el limbo. El paisa Juanes cantaba que tiene la camisa negra. Y que debajo, hay un difunto. El próximo reto del Turco, es el de la sentencia que le dio su presidente: si no le gana al desprovisto Delfín, ese será su partido, del fin. 

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