Los dobletes de Gabriel Barbosa y de Pedro evitaron un sonrojo mayor del Flamengo, inicialmente destinado a pujar por el título del Mundial de Clubes y que se tuvo que conformar con un partido de consolación que sacó adelante por el talento de sus jugadores, superior al entusiasmo egipcio que durante muchos minutos dominó el marcador.

El representante brasileño sobre el que el fútbol sudamericano había puesto sus esperanzas para recuperar el dominio en el fútbol de clubes, fracasó en la semifinal. Por momentos pareció ser capaz de acentuar su mal papel en Marruecos, aunque consiguió enderezar el choque con el Al Ahly para hacerse, al menos, con el tercer puesto del torneo.

Le bastó con apretar en el tramo final, cuando tenía el resultado en contra, ante un rival con diez hombres por la expulsión de Khaled Abdulfattah en el 69, aún con ventaja en el marcador (2-1) gracias a los tantos de Ahmed Abdelkader.

Pedro consiguió el transitorio empate al minuto 77. Después fue el turno de Gabigol, que abrió el marcador de penal (11´), y volvió a repetir por esta vía para la remontada del Fla, que se cerró con otro tanto de Pedro en los adicionales.