La Copa Mundial de Catar 2022 tiene una fuerte influencia de los Juegos Olímpicos. No porque haya más países, ni porque existan más disciplinas, sino por el hecho que los partidos se juegan en la misma ciudad: Doha, la capital de Catar, que es la que alberga todos los estadios donde se desarrolla la competencia, algo que representa una gran ventaja para los aficionados.

En la gran mayoría de mundiales, los reductos están a extensas distancias entre sí. Esto suele complicar la agenda de los fanáticos, especialmente cuando quieren observar varios partidos durante la misma cita mundialista. Son traslados de varias horas, en buses o aviones, para llegar a otra ciudad.

“En los otros solo veía a mi selección y uno o dos más, acá llevo ya diez partidos en fase de grupos”, comentó emocionado Federico Mayor, un hincha uruguayo.

En comparación a los dos últimos mundiales, en Brasil 2014 y Rusia 2018, Catar es un país pequeño en extensión. Por ejemplo, el país asiático tiene 11.000 kilómetros cuadrados de superficie, mientras que Brasil posee 8,5 millones de km y Rusia 17,1 millones. Por tal razón, muchos fanáticos se dan el lujo de ver varios partidos durante el mismo día. Inclusive, la FIFA ha organizado traslados en buses para hacer factible la llegada de los hinchas.

“Me llevaron desde el estadio 974, donde veía el Francia contra Dinamarca, al estadio Lusail para ver a Argentina ante México, el mismo día”, afirmó el español Pedro Peña. Toda esta aventura de vivir dos partidos seguidos, en un Mundial y en un mismo día, se da por la cercanía, además de la movilización organizada.

Los casos más frecuentes se dan entre estos dos estadios: el 974 y Lusail. La distancia entre ambos es de 30,1 km, aproximadamente unos 35 minutos de recorrido en transporte. En conexiones con otras sedes se suele requerir un vehículo particular (taxi) para poder agilizar la llegada al siguiente escenario. “El bus nos llevó rápidamente y llegué cuando estaban cantando el Himno Nacional”, recordó Peña.

Pese a la corta distancia, la aventura obliga a muchos hinchas a salir con anticipación del primer partido para poder llegar a tiempo. “Toca salir diez minutos antes de que termine, así hay menos movimiento en el metro o los buses que nos trasladan”, confesó Matt Hyde, hincha inglés que observó primero el Ecuador con Senegal y rápidamente se fue al partido de su selección ante Gales.

Es así que en la mayoría de compromisos, al minuto 80, es común ver a aficionados bajar las gradas rumbo a la salida. Esto sin mencionar que se pierden 10 minutos más por el tiempo agregado que, por lo general, suele sobrepasar los cinco adicionales. Daniela Celi, una aficionada ecuatoriana, fue una de ellas.

Empezó en el Brasil vs. Suiza, para terminar en el Portugal vs. Uruguay. “Nunca había corrido tanto en mi vida para llegar a un estadio, fue adrenalina pura”, aseguró Celi con la satisfacción de llegar a dos grandes partidos.

Catar 2022 aún continúa y los hinchas siguen siendo los más grandes beneficiados con tanto espectáculo.