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Mundial de Catar: Paseo en camello, un sueño cumplido
Ecuador Echeverría viajó acompañando a la tri con su peluche. Hoy por fin pudo hasta pasear en uno de estos animales.
Su familia le hizo un camello de peluche para que apoye a la selección de Ecuador y en realidad le dio suerte. Ecuador Echeverría García tiene 65 años, es de Pasaje, El Oro, y durante las eliminatorias al Mundial de Catar 2022 él iba de estadio en estadio con el juguetito en sus manos bien ‘encachinadito’.
El hombre se puso en mente que si la Tri clasificaba a Catar, él también se iría, claro está, con su camello de juguete, que tiene hasta luces. Ya tiene una semana en Doha y Ecuador no había conocido a un camello de verdad, pensaba que solo estaban en el desierto.
EXTRA lo ayudó y lo llevó hasta donde están esos animalitos en el sector de Souq Waqif. La salida fue desde la parada del metro de Souq Waqif. Solo le dijimos que traiga al peluche, él no sabía la sorpresa que le teníamos. Ya habíamos comprado el boleto para que se subiera, costaba 20 reales cataríes, algo como 7 dólares.
Al llegar a Souq Waqif, Ecuador parecía un niño, había cumplido su sueño. “No puede ser, nooo, es el camello de verdad. No pensé que estaban también en el centro de Catar. Gracias Dios, gracias EXTRA”, decía gritando. Los cataríes lo veían medio raro.
Poco después a treparse. El camello se agachó y Ecuador se subió. Sus ojos le brillaban, el corazón le latía. Don Echeverría estaba tan contento y pedía que lo grabaran, decía que quería hacerse famoso con EXTRA.
Le dieron tres vueltas, pero él quería más, el niño que lleva por dentro había salido a los 65 años. Se emocionó tanto, que mandaba saludos a Pasaje y el Ecuador... era la felicidad hecha persona.
Don Ecuador ha sido una sensación en sus viajes acompañando a la Tri con sus camellos y ahora ya sabe lo que es subirse a uno real. “No puedo pedir más, estoy en Catar, la gente me pide fotos, Ecuador ganó, me subí a un camello de verdad”, decía emocionado.
Echeverría se puso hasta nostálgico, dice que vino al Mundial por los que se fueron al cielo, por los hinchas que no pudieron venir y, sobre todo, para demostrar que los sueños se pueden cumplir sin importar los años. Dice que se ha enamorado de la cultura árabe, por el respeto, que le gustaría que la Tricolor llegue hasta cuartos de final y su regreso sea antes de Navidad a su Pasaje del alma. ¡Familia, los sueños se cumplen!