Una victoria tricolor con diferentes matices, uno de ellos histórico. La selección ecuatoriana no solo ganó su primer duelo en el Mundial 2022 mostrando solidez y solvencia, sino que lo hizo en el duelo inaugural ante el anfitrión, Catar, algo nunca antes visto en la historia del torneo.

Pero todo tuvo un paso a paso en la cancha y en las gradas. Desde el entrenador Gustavo Alfaro, quien fue el primero en saltar al campo. Impecablemente vestido, como si fuera la gala de su vida. Y sí que lo fue, mejor de lo que había soñado.

Los zapatos negros le brillaban al entrenador, eran los minutos antes de que arranque el partido del golpe histórico, con un equipo visitante venciendo en el debut al dueño de la fiesta. Ecuador se impuso 0-2, con entornos peculiares y felices.

A segundos de comenzar el partido todavía se ajustaban detalles. Alfaro llamó a Enner Valencia y mantuvieron una breve conversación, tal vez premonitoria de lo que se venía para el que a partir de ayer lidera la tabla de goleo tricolor en los Mundiales, con cinco tantos.

Todo era para Superman, quien a los 30 minutos ya tenía a Ecuador ganando 2-0, y pudieron ser 3, pero el árbitro italiano Daniele Orsato le anuló uno por un fuera de juego ajustado.

Pero eso poco le importó a Enner. Tenía para dar más y engrandecer su historia mundialista, mientras que, desde el palco, lo aplaudía el exseleccionado Agustín Delgado, que se quedaba con tres anotaciones.

Superman era más tricolor que nunca y en las sillas del estadio Al Bayt los hinchas bromeaban, como Pedro Cantos, que llegó desde Nueva Jersey. Contaba que se iba a tatuar a Enner en su mano derecha. Reconoce que antes había hablado mal de él, pero le pedía perdón públicamente.

En el segundo tiempo, cuando Enner tuvo la oportunidad de meter el tercero, la hinchada se dedicó a mimarlo. El “Enner... Enner... Enner...” enmudeció el estadio de los cataríes, aunque algunos contagiados también gritaban “Enner”, pero con un acento distinto.

Fue la noche de Valencia, un jugador resistido por un sector de la afición, pero que dijo ‘presente’ cuando más se lo necesitó y por partida doble en el primer partido del Mundial, que, por la historia, es el más difícil.

Cuando salió Enner, con algo de dolor por la dureza de los cataríes, y entró Cifuentes, recibió el aplauso de los hinchas ecuatorianos, que habían hecho un costoso sacrificio para venir tan lejos a cantar sus goles.

En los minutos finales debutó Kevin Rodríguez, el chico del club Imbabura, de la Serie B de Ecuador, quien es parte de los múltiples atrevimientos de un director técnico ganador que derriba mitos.

Gustavo Alfaro se salió con la suya, siempre uniendo al grupo y pensando en una comunidad que va para el mismo lado. La Tricolor le dedicó la victoria a Byron Castillo. Pero esto no queda ahí, va para más y ahora se piensa en el partido ante Países Bajos, el próximo viernes.

La Tricolor comenzó con un debut soñado que hace vivir a los ecuatorianos una hermosa realidad.