Son horas cruciales para el futuro de Moisés Caicedo. Este martes 31 de enero se cierra del mercado de invierno en Europa (a la medianoche allá, 18:00 de nuestro país), que tiene al tricolor como uno de sus protagonistas.

El volante del Brighton es pretendido por Arsenal y Chelsea, y quiere aprovechar esta oportunidad para mejorar su futuro deportivo y económico. Desde Inglaterra señalaron que la última oferta que llegó ayer al Brighton fue de 86,5 millones de dólares por parte del Arsenal y que recibió nuevamente la negativa de las gaviotas, que quieren retener a una de sus estrellas hasta que termine la Premier League, a finales de mayo.

Caicedo, de 21 años, dio un paso arriesgado para presionar a su actual club con una declaración pública, para que acepte la propuesta de los equipos del norte de Londres.

“Estoy orgulloso de poder generar una tarifa de transferencia récord para Brighton que les permitiría reinvertirla y ayudar al club a seguir teniendo éxito. Espero que los fanáticos puedan entender por qué quiero aprovechar esta magnífica oportunidad”, indicó en sus redes sociales.

CON CABEZA FRÍA

Para Giovanny Cárdenas, especialista en derecho deportivo, lo hecho por Caicedo puede ser sujeto de una sanción más fuerte por parte del Brighton, que apartó al Niño Moi de los entrenamientos y juegos oficiales hasta que se cierre el mercado de transferencias.

Detalló que los clubes tienen un periodo protegido a su favor en los contratos con los futbolistas, hasta seis meses antes de que este vínculo finalice. Por esta razón, las gaviotas están en su derecho de retener al volante tricolor.

El Niño Moi firmó hasta junio de 2025, por lo que está “en el periodo restringido en el que la sola voluntad de un jugador no hace que se rompa un contrato. Si el club no quiere dejarlo ir, está en su derecho”.

El jurista precisó que si Caicedo recibió de forma directa ofertas, puede ser sancionado por la FIFA, al igual que el club o agente que lo haya contactado. Además, el Brighton puede castigarlo internamente por incumplir con el club.

“Esto debía manejarlo de manera interna con el club, que puede mejorar las condiciones del contrato vigente. No acudir a una posición unilateral, de presión mediática”, opinó.

MAL ASESORADO

Desde el punto de vista sicológico, Moi estaría cayendo en un escenario de ansiedad. “Se crea una idea fija en el jugador (de ser traspasado) que se transforma en ansiedad, lo que le afecta, al quitarle energía y bajarle el rendimiento”, analizó el sicólogo deportivo Guillermo Estévez.

El especialista cree que el tricolor está mal asesorado y recibiendo orientaciones de terceros que se convierten en presiones que le afectan.

“Pueden ser de empresarios o de la misma familia en busca de una recompensa económica. Hay falencias en la formación de su proyecto de vida, que debería ir más allá de lo económico”, manifestó.

Estévez considera que el Brighton, al querer retenerlo, estaría ayudado al futbolista para que madure y hasta pueda subir de precio en el mercado, “porque se le multiplicarían las ofertas en el futuro”.