La vestimenta de los clubes ecuatorianos que militan en el fútbol profesional ya no es solo de dos o tres empresas.

Desde hace algunos años otras marcas nacionales, como Boman y Jasa, se han ganado un espacio en el balompié ecuatoriano, que por la calidad de sus prendas le ‘juegan’ de igual a igual a cualquier otra compañía internacional.

Ambas casas comerciales de confección deportiva dieron sus primeros pasos elaborando distintas prendas: Boman lo hizo en Ambato haciendo chalecos y calentadores, mientras que Jasa ofrecía en Quito vestidos, ropa interior y pijamas.

Tras más de cuarenta años, a punta de esfuerzo, perseverancia e innovación, el sueño de sus fundadores, de ser marcas reconocidas en el país, se ha ido cristalizando.

Hace casi dos décadas su negocio tomó un giro y empezaron a abrirse paso en el mercado, al confeccionar indumentaria deportiva para equipos barriales de fútbol, baloncesto y demás disciplinas deportivas.

La recomendación de ‘boca a boca’, por el buen diseño y material de sus vestimentas, hizo que, con el pasar del tiempo, fueran captando la atención de clubes profesionales.

Un mejor costo, pero con igual o mejor calidad en la tela que ofrecían las otras marcas que han estado presentes en el fútbol nacional, fue los que les permitió dar ese salto al ‘profesionalismo’.

Luego de mucho trabajo Boman viste este año a ocho clubes (entre Serie A, Serie B y Segunda Categoría), mientras que Jasa viste a los árbitros, un elenco de primera y varios equipos del fútbol femenino.

Actualmente los directivos de ambas empresas miran con orgullo la evolución que han tenido. Y van por más, pues su meta principal es vestir a más clubes nacionales, llegar al mercado internacional y, por qué no, a la selección nacional de fútbol. Ese sería un golazo para cualquier marca.

Boman empezó haciendo chaquetas y calentadores

Para los directivos de Boman, el “esfuerzo y perseverancia” ha sido clave para que la marca ambateña, luego de 45 años, llegue a codearse, en el fútbol ecuatoriano, con compañías tradicionales de vestimenta deportiva.

La empresa que conformaron los esposos Ezequiel Bonilla y Nancy Manjarrés, en 1975, ha venido dando pasos agigantados desde hace más de 18 años, cuando empezaron a darle un giro al modelo de negocio.

Sandro Ponce, representante de la marca ecuatoriana, explica que en sus primeros años el fuerte de esta empresa era el corte y confección de chaquetas y calentadores deportivos.

Pero gracias a la visión que tuvieron sus hijos Diego, Pamela y Martín Bonilla Manjarrés, Boman dio un salto cuando empezaron a confeccionar uniformes para equipos amateurs de fútbol, baloncesto y otras disciplinas.

“Tras varios años de ofrecer prendas deportivas de calidad, los equipos profesionales de fútbol comenzaron a interesarse por sus productos, pues Boman estaba y está a la vanguardia de cualquier otra marca nacional y extranjera, por la calidad de sus telas”, dice su representante.

Ponce recuerda que el salto al ‘profesionalismo’, en el balompié nacional, lo dieron con Olmedo y Deportivo Quevedo. En 2014 sus productos estuvieron presentes en la Serie A, pero a través de la marca Reusch. “Esta empresa alemana nos buscó, porque ofrecíamos indumentaria de primer nivel. Pero luego de dos años, con Macará, aparecimos en el fútbol nacional con el nombre de Boman”.

Desde ese año la compañía ambateña dio un salto de calidad, pues empezó a vestir a otros clubes de la Serie B y Segunda Categoría. Ahora tiene más de 17 puntos de ventas a nivel local y una tienda virtual (www.bomansport.com).

Pero este 2022 ha sido uno de los mejores años de esta empresa, ya que ha logrado que cuatro clubes de primera categoría vistan su indumentaria: Técnico Universitario, Macará, Mushuc Runa y Gualaceo.

“Es un orgullo ser la primera empresa ecuatoriana en liderar con nuestras prendas en la Serie A (la segunda es Marathon con dos). Estamos firmando un convenio con una marca internacional para producirla en el país y auspiciar a los equipos top de Ecuador”.

Por otro lado, Ponce asegura que cuando cualquiera de estos equipos consigue resultados importantes, la venta “se dispara”.

“Ya nos pasó con Gualaceo este año, cuando le ganó a Barcelona. Esa semana se vendieron muchas camisetas. Esto nos da un buen impulso para seguir mejorando”, afirma.

Jasa, del barrio a las grandes ligas

Hace cerca de 40 años, Jorge Urbina y Alicia Erraez apostaron por incursionar en el mundo de la fabricación de ropa.

En el tradicional barrio quiteño de la Loma Grande, en el centro de la urbe, y con tan solo una máquina de coser, inició la historia de Jasa, una marca que empezó con la fabricación de vestidos, ropa interior y pijamas, y ahora se codea con empresas transnacionales de elaboración de indumentaria deportiva.

“Les empezó a ir bien a mis papás con la ropa que elaboraban en la casa, pero siempre tenían esa visión de innovar. Hace unos 12 años se abrió una pequeña línea deportiva y poco a poco ganó espacio. Nuestro primer cliente fue un equipo barrial de la liga San Juan”, comenta Adrián Urbina, quien apoyó este sueño de sus padres junto a su hermana Silvia.

El ‘boca a boca’ hizo que cada vez tengan más pedidos de equipos barriales de la mano de un factor que Urbina enfatiza fue clave: tratar a todos los clientes como equipos profesionales.

“Ya por unos ocho años estamos enfocados netamente en la línea deportiva, la marca está posicionada en este mercado”, destaca.

Del barrial dieron el salto a la segunda categoría y después con los árbitros, lo que fue el impulso para llegar a la élite, para lo que fue un gran aporte Jereldin Ahmad Diab, quien ingresó como socio de la marca.

“Los árbitros confiaron en nosotros y nos fue bien. Ya vamos cuatro años, se nos abrió una gran puerta para que la marca sea expuesta en todo el país”, analiza Adrián.

En el fútbol femenino también apostaron por su crecimiento y actualmente visten a Ñañas, Quito FC y Espuce, y en la Serie B están con Liga de Portoviejo y Libertad de Loja.

Hace dos temporadas dieron el salto a las ‘grandes ligas’, al ser auspiciantes oficiales de 9 de Octubre. “Estábamos en Segunda, en Serie B, en la Superliga femenina, nos faltaba llegar a la Serie A. Habíamos mantenido contactos con varios equipos y se dio todo con 9 de Octubre, fue una necesidad mutua. Pusimos todo nuestro abanico de productos a su disposición”, asegura Urbina.

Y fue una gran decisión, ya que el Súper 9 disputó este año Copa Sudamericana, lo que les dio una visibilización a nivel internacional.

“Los auspicios son una inversión grande, pero los retornos que tenemos con los árbitros y 9 de Octubre son buenos. En Guayaquil hay un factor sorprendente, la mayoría son hinchas de Barcelona y Emelec, pero si les gustó la camiseta de 9 de Octubre se la compran”, señala.

Sobre el hecho de competir con empresas internacionales, Adrián dice que en presupuestos es muy difícil y que su estrategia, que les ha dado resultado, es “ser creativos en el diseño, innovadores”.