Lo primero que hizo doña Mónica Jiménez, en la mañana del martes 11 de mayo, fue buscar la camiseta verde y blanco del Sporting de Lisboa. Junto a sus familiares se hizo una selfie y enseguida se la envió a Gonzalo Plata, su hijo. Junto a esta, le mandó bendiciones, como todos los días.

Luego fueron 90 minutos de sufrimiento, porque el número 20 del equipo no pudo tener minutos ante el Boavista, al que le ganaron 1-0 para coronarse campeones de Portugal.

Era la primera vez que un ecuatoriano lo hace en ese país y por eso en la casa de la mamá de Gonzalo había fiesta.

“Fue una felicidad media rara, sufrí como no tiene idea. Estaba que miraba el televisor y cuando enfocaban el banco de suplentes, le pedía a Dios que entrara mi hijo, aunque sea unos 10 minutos, pero no fue. Al final es un campeón”, resalta Mónica.

Es la segunda copa que levanta Gonzalo a nivel internacional, la primera vez fue con la Sub-20 de Ecuador.

“Después del festejo, Gonzalo me hizo una videollamada, tenía la bandera de Ecuador.Cuando lo vi, me recordaba que desde los 6 años ya levantaba los trofeos y le daban medallas, eso era en sus comienzos, siempre salía campeón. Esta vez fue en Portugal, pero sus primeros festejos fueron en Guayaquil, Pascuales, Portoviejo, Machala y donde se lo llevaran a jugar”, recuerda la madre de Plata.

A falta de dos fechas, el Sporting logró de manera invicta el campeonato, que es el 19 en su historia.

Mónica destaca que su hijo se pintó el pelo de color verde, pero asegura que eso es temporal. Dice que, si Dios lo permite, espera que su hijo sea llamado a la Tricolor para las Eliminatorias y la Copa América.

Además, comenta entre risas que el campeonato era parte del regalo del Día de la Madre, pero Gonzalo ya le había dado el gran obsequio por adelantado. ´