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¡Mala noche y lágrimas por las entradas al Ecuador - Argentina!
Momentos de angustia vivieron los hinchas de la Tri al ingreso para comprar la entrada.
Esperar 23 horas por una entrada para ver el cotejo Ecuador vs. Argentina en el estadio Monumental ha sido una locura. Este fue el tiempo que tuvieron que aguardar, afuera del estadio Modelo Alberto Spencer, cientos de hinchas que quieren ver a Gonzalo Plata enfrentar a Lionel Messi el 29 de marzo.
Carlos Campoverde, un hincha de la Tri, fue uno de los primeros en llegar. Eran las 10:00 del domingo y pensó que todo iba a estar bien organizado, pero no fue así. A pesar de ser uno de los primeros no entró, porque ayer, cuando se dio el inicio de la venta, hubo un tumulto y otra persona se adueñó de su puesto.
“No puede ser posible, uno sufriendo por una entrada. Se pensó que las iban a vender por Internet y no pasó eso”, exclamó con coraje.
El peor momento fue a las 08:30, cuando se anunció que ya iban a ingresar, pues un grupo de hinchas que no había hecho fila generó una aglomeración e intentó tumbar las puertas. Incluso dos damas se cayeron.
Y en cuestión de segundos el gas lacrimógeno fue lanzado y comenzó el relajo: las personas salieron corriendo, dos señoras lloraban y la mayoría de fanáticos perdió sus puestos. De nada sirvió estar tantas horas haciendo guardia, porque los ‘sabidos’ se ‘colaron’.
El efecto del gas provocó estragos. Tocó llorar a la fuerza y que la garganta pida agua.
Hubo tres ‘gaseadas’, pero en realidad fue la única forma de poner orden. Claro que, tras eso, de nada sirvió que los hinchas estuvieran tantas horas esperando. Gracias a Dios no hubo desgracias que lamentar en la avalancha, solo llorar por el gas.
A las 08:50 del 14 de marzo del 2022, la entrada de los fanáticos se normalizó, pero no sin antes reclamar que, en pleno año 2022, cuando la tecnología manda, la gente tenga que hacer tales sacrificios por una entrada.
DESDE LA MADRUGADA
Marcos Abad y su hija Rebeca llegaron la noche anterior a conseguir su entrada. Estaban preparados para la ‘guerra’, con plásticos y un paraguas. Al momento del relajo, ellos pensaron que la venta se iba a suspender. Pero su cara de felicidad fue tremenda cuando el policía que custodiaba el ingreso les dijo que pasen. Fue como haber hecho un gol.
“No es justo todo esto, pero por la selección vale el esfuerzo” expresó el hincha, que entró corriendo con su hija.
CON PLÁSTICOS y ENCEBOLLADO
Juan José Cobos llegó de La Troncal a las 21:00 del domingo. Por la lluvia tuvo que colocarse una funda de plástico como si fuera camiseta. Antes de entrar estaba que ardía de coraje, por todo lo que le estaba pasando. Al final entró, pero entre golpes y gas lacrimógeno.
Mientras que Héctor Romero, hincha guayaquileño, llegó al lugar a las 21:30 del domingo. Se pasó toda la noche esperando que sean las 08:30 para que abran las ventanillas, pero fue uno de los pocos privilegiados que desayunaron ‘como Dios manda’, porque su padre, Héctor Romero, le llevó una tarrina repleta de encebollado, con su respecto pan. Y mientras la gente se peleaba en los primeros lugar, el fanático llenaba su pancita con esa delicia. Lo malo era que el resto lo veía con cara de envidia.
“Mi papá es un crack, me trajo esta tarrina. Hay que comer paradito, para volver a la fila”, decía con alegría.
El sacrificio de la hinchada fue grande. Hubo gente desde las 10:00 del domingo haciendo fila por una entrada. Todo por amor a la selección ecuatoriana.