Con experiencia en torneos internacionales, las jugadoras y el cuerpo técnico del Deportivo Cuenca encaran desde el miércoles 3 de noviembre la Copa Libertadores femenina.

En Paraguay, las Leonas quieren ‘rugir’ y como primera meta se pusieron superar el grupo A en el que enfrentarán a Independiente Santa Fe (Colombia), Ferroviarias (Brasil) y a las locales de Sol de América.

“Estamos enfocados en clasificar a la siguiente fase. Tenemos rivales complicados, pero contamos con un plantel que está unido y con la mentalidad ganadora”, afirmó la entrenadora Wendy Villón.

Para el desafío continental, el cuadro cuencano sumó como refuerzos a la zaguera Carla Capurro y a las venezolanas Lilihoski García (arquera), Yosneidy Zambrano y Hilaris Villasana (delanteras). Esta última no viajó a Paraguay ya que en un entrenamiento sufrió la fractura de su clavícula, que la tendrá tres semanas fuera de las canchas.

“Tuvieron un buena acogida los refuerzos, llegaron con ganas de sumar a este gran grupo humano que hemos conformado”, analizó Villón.

Para adaptarse al calor de Asunción, el conjunto cuencano efectuó entrenamientos en Guayaquil previo a su viaje a territorio paraguayo.

SER PROTAGONISTAS

Las Leonas quieren superar los cuartos de final a los que llegaron en la Copa de 2019, que se llevó a cabo en Quito.

“Queremos ser protagonistas y llegar a lo más alto. Ese mensaje les recalcamos a las jugadoras. El ser campeonas del Ecuador es una gran responsabilidad y ahora queremos demostrar nuestro trabajo en la Libertadores”, resaltó la experimentada entrenadora.

Esta edición del torneo femenino presenta como novedad que la gran final se jugará en el estadio Centenario de Montevideo, el 21 de noviembre, escenario que también acogerá la definición de la Copa Libertadores y Sudamericana masculina.