Amistad a prueba de todo. De goles y atajadas. La vida se encargó de ponerlos frente a frente, por primera vez en 2014 y hoy tendrán la oportunidad de enfrentarse como rivales en la final de ida de la LigaPro 2022.

Juan Manuel Tévez era delantero del equipo Guillermo Brown de Puerto Madryn, en la segunda división argentina 2014. Esa misma temporada se incorporó Javier Burrai como arquero. Fueron compañeros durante 6 meses, porque luego el Búfalo pasó a Talleres, pero eso bastó para construir una amistad que lleva ocho años.

Tévez llegó a Macará en 2017 y fue el “culpable” de que Burrai fichara por el equipo ambateño en 2018, pero luego se alejó nuevamente del colorado para ir a Aucas y a Católica. Y Burrai se marchó para el Ídolo en 2020.

NO COBRA la COMISIÓN

En 2018, el celular de Burrai: “Javi, ¿querés venir a Macará? Estamos luchando por llegar a Copa Libertadores”, le dijo Tévez, pero el portero, al principio, le respondió que no, luego que lo pensaría.

El Búfalo no se quedó tranquilo y se metió en el rol de empresario. Insistió. Y no con frases dulces. Hasta lo insultó.

“Me llamaba y me llamaba, yo estaba esperando que mi novia termine su relación laboral en Jujuy para determinar dónde iba a jugar y tenía la llamada de Juan”, recuerda Burrai.

Dos llamadas más del Búfalo y Javier ya tenía los boletos de avión para Ecuador. Así se ‘graduó’ Tévez como ‘representante’ de futbolistas. Y todavía no cobra la comisión.

Cuando Burrai arribó a Quito se hospedó en la Casa de la Selección, sitio donde concentró Macará antes de enfrentar a Aucas. ¡Coincidencias!

Burrai asegura que su permanencia en Ecuador se la debe a Tévez, porque él fue quien habló con el entrenador Paúl Vélez, quien en ese tiempo dirigía a Macará para que viniera. “Es un gran arquero”, mencionó el atacante.

LOS PANAS

Ese año, Macará cumplió una gran campaña, fue segundo en la segunda etapa y terminó sexto en la general. Clasificó a la Sudamericana. Tévez fue el guía de Burrai en Ambato y al final se dedicaron a conocer el país. Su amistad se fortaleció dentro y fuera de las canchas.

Burrai sonríe cuando dice que Tévez es su mejor “representante”, ya que gracias a él pudo llegar a Barcelona.

EL GOL QUE NO FUE

En Macará jugaron juntos seis meses, pero en las veces que se han enfrentado no se registran goles. Bueno, sí hubo uno, pero no subió al marcador y es parte de una anécdota.

El Búfalo defendía a Católica en 2020 y le marcó a Burrai en el Monumental (ganó Barcelona 1-0), pero pasó algo de locura... el árbitro no validó el tanto de Tévez, debido a una mano de un compañero.

“No fue gol oficial. Sí lo hizo, pero no lo validaron”, dice aliviado el golero torero al recordarlo. Sigue invicto.

En otro duelo entre toreros y camaratas, a Burrai se le salió ‘el indio’ y empezó a insultar a Tévez tras una acción al borde del área de Barcelona.

El arquero no sabe de dónde le salieron tantas puteadas a su pana. Al final del partido terminaron con un abrazo.

Debido a la distancia de Guayaquil y Quito, el ‘representante’ y el ‘representado’ se reúnen poco, pero la amistad es muy fuerte.

“Juan es un amigo que me dio la vida, gracias a él estoy aquí. Dios sabe cómo hace las cosas”, expresa Burrai.

Al final, uno saldrá riendo y el otro llorando, todo por ‘culpa’ del balón de fútbol que los unió para siempre. (JR)