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Pepe Paes estuvo 11 temporadas en Barcelona, club del que fue capitán. Era bravura y elegancia en el medio campo amarillo.Freddy Rodriguez

José Paes: "A Barcelona llegó la plata cuando me fui"

Es catalogado como uno de los mejores 5 que ha tenido el Ídolo. Recuerda que una vez le picó un alacrán en el lugar donde concentraba en los 70

Si eres barcelonista y tu papá pasa de los 60 años, o tienes un abuelo amarillo, seguro que te hablaron de Pepe Paes. Sí, Paes con s, el brasileño. Dicen quienes lo vieron jugar que ha sido el mejor 5 de la historia. Incluso el periodista Vito Muñoz opina lo mismo: “Pepe Paes era un señor del medio campo, el mejor volante 5 que ha llegado al país”.

Tiene 77 años de edad y cuando lo invitan a Ecuador es un todo un lujo para él pisar suelo tricolor.

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Vive en Brasil, pero cada vez que viene a Guayaquil se viste de hincha. Antes de la entrevista nos comenta que tiene una camiseta de Barcelona, pero que le gustaría llevarse más porque la familia en su país siempre se las pide. Esta vez la misión era por lo menos llevar cuatro.

- PAES, EL CRACK

Dicen los entendidos que Paes, quien llegó en la década de los 70, no fallaba, era como un reloj.

Hay un recuerdo imborrable de Paes, en la concentración del Barcelona, que era en el Reed Park, una cancha con una casa frente al Cementerio General de Guayaquil, donde ahora queda un hospital. Cuando llovía había que ir saltando el lodo. Y un día de esos que se quedan grabados para siempre, Paes supo lo que era un alacrán.

La casa era muy rústica, de verdad que era una casa muy antigua. De pronto sentí que me picó un animalito y vi que era un alacrán. Le conté a Víctor Ephanor lo que me había pasado y se reía, pero vino a ayudarme. Fue un susto”.

La mente de Paes vuela al Barcelona de los 70. Recuerda que la cancha era muy mala para los entrenamientos, pero igual le ‘sacaban el jugo’. Hace la comparación con las de ahora y solo se ríe.

Han pasado más de 50 años, pero los recuerdos están presentes en su memoria y corazón.

Paes vivía en Guayaquil cuando la ciudad no se había extendido tanto. En esa época los hinchas iban a visitar a los jugadores, pues no había tanta separación entre el futbolista y el fanático.

- CRECÍA Y SE FUE

“Barcelona iba creciendo, teníamos una gran hinchada. Lo malo es que cuando llegó la plata (directivos con poder económico como Isidro Romero), yo salí”, revela el brasileño y lanza una gran carcajada.

En los años 70 no se pagaban a los jugadores los sueldazos actuales. .

“Son otros tiempos ahora, pero jugar en Barcelona fue un paso importante en mi vida. Soy un agradecido de la vida y del equipo por traerme a este maravilloso país. Mira, han pasado tantos años y la gente me recuerda todavía. Muchos no saben cómo jugaba, pero sus familiares mayores les han hablado sobre mí. Eso es una bendición de Dios”, expresa el exjugador, que luce su cabellera canosa.

- SU VIDA

Las 11 temporadas que jugó en el Ídolo quedaron marcadas en su vida. “Fueron 11 años. Muchos hablan de mi forma de jugar, de lo que se hizo con el equipo, pero con el pasar de los años uno se da cuenta de que hay cosas más fuertes, algo que nunca se olvida: las amistades que quedaron en Ecuador y el hecho de que la gente me recuerde”, dice Paes, quien por su larga estancia en Ecuador habla el español a la perfección.

Pepe Paes, un brasileño que se quedó en la retina del barcelonista.Archivo

Le doy gracias a Dios porque el barcelonista nunca se olvida de uno. Por ejemplo, tuve de dirigente a Aquiles Álvarez, el abuelo del alcalde de Guayaquil. Cuando yo jugué, el alcalde ni nacía, pero su familia le hablaba mucho de Pepe Paes y la amistad sigue ahora con él”.

El brasileño jugaba como 5. Se dedicaba a detener el juego. Su misión era que la pelota no llegue a la defensa de su equipo, lo cual implicaba mucha entrega y responsabilidad.

- LAS CAMISETAS

Cada vez que viaja a Ecuador está en problemas. “Siempre que vengo a Ecuador, los nietos se pelean por las camisetas de Barcelona. Siempre tengo que estar llevándolas. Se las pelean”, cuenta Paes, quien ganó tres títulos de campeón con Barcelona en el torneo nacional: en 1971, 1980 y 1981.

Paes también tiene muchos recuerdos de su paso por la selección de Ecuador, lo cual fue algo único para él, pues se identificó más con el país. Defendió la Tricolor durante la Copa América de 1979 y en las eliminatorias para el Mundial España 82.

Sonríe cuando se le recuerda el apodo de Eterno Capitán. Considera que eso fue mucho apodo para él, pero le agrada cuando lo llaman así.

El brasileño fue un volante de marca con garra. Hizo de su puesto un lugar por el que nadie pasaba. Era bravo para jugar.

Cuando ve las canchas actuales de los grandes estadios, tan lindas y cuidadas, recuerda las precarias situaciones en las que antes jugaban. Admite que habría sido fabuloso jugar en un escenario así de flamante.

Para Paes, el fútbol de antes era mucho más técnico, algo que ha desaparecido prácticamente, ya que ahora más se destaca lo físico. “Los entrenadores nos dejaban jugar de manera más suelta, eran otros tiempos”, rememora Pepe, quien asegura que llegar a Barcelona fue lo mejor que le pudo pasar en la vida.

Acerca de la fama de Barcelona en la actualidad, cuenta que cuando jugaba en el cuadro amarillo, en Brasil, al escuchar Barcelona, siempre pensaban que se refería al club de España, pero con el pasar de los años ya todo el mundo ‘le saca pinta’ al Barcelona ‘guayaco’ y saben que se refiere al club ecuatoriano, al más veces campeón nacional e Ídolo.

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