En su mirada hay desilusión. Su voz delata la frustración que tiene, cuando habla de lo rápido que se le ha ido el tiempo, desde que en 2019 brilló en el Sudamericano sub-17, con la selección de Ecuador.

Tras el torneo que se disputó en Perú y donde, además de ser figura, fue el goleador, con seis tantos, al volante guayaquileño la vida se le vino de golpe.

Sin haber debutado profesionalmente en el fútbol ecuatoriano y pese a que llevaba más de un año fuera de las divisiones menores de Emelec, a Mina se le cruzó la oportunidad de irse a Werder Bremen de Alemania.

A EXTRA el ahora jugador de 20 años le reveló estar arrepentido de haberse ido, pues no pudo ganarse un puesto en el cuadro teutón y se perdió del radar local.

El año pasado regresó al país para buscar su espacio en el Foco, pero no convenció a Ismael Rescalvo ni tampoco a Miguel Rondelli.

- ¿Por qué no has jugado?

Lamentablemente es un tema de gustos. Rescalvo me dijo que para jugar en su equipo debía ser mejor de los que estaban y que no me veía en ese momento. Este año pensé que con el nuevo técnico iba a tener espacio, pero también me dijo que no me tenía en planes.

- ¿Te ha frustrado eso?

Claro, esto me ha afectado emocionalmente. He trabajado mucho para estar en el equipo, pero lamentablemente no se ha podido dar.

- ¿En qué crees que has fallado?

No lo sé. No tengo una respuesta. Solo puedo decir que me arrepiento de haberme ido.

- ¿Por qué te arrepientes?

Porque nada salió como esperaba. Las cosas me llegaron muy rápido, me apuré en tomar decisiones. En su momento Nassib Neme (expresidente de Emelec) me recomendó que no me fuera, que primero gane ritmo en el país, pero no le hice caso. Al final tuvo razón.

- ¿Cómo está tu situación contractual?

Actualmente estoy a préstamo en Rocafuerte. En julio se acaba el contrato y tengo que regresar a Alemania.

- ¿Te alegra volver?

Para nada, porque allá sé que no entraré en los planes del equipo y me volverán a prestar. Ya me lo notificaron. Mi contrato con ellos termina en dos años.

- ¿Por qué no te pudiste afianzar en Bremen?

No es excusa, pero cuando llegué se vino la pandemia (COVID-19) y por ende no había competencia. Solo entrenaba, pero no era lo mismo.

- ¿Cómo te ves en dos años?

Jugando. Pese a todo lo que me está pasando no pierdo el anhelo de afianzarme en algún club. Ojalá que se pueda dar pronto en Europa o en algún equipo del país.

- ¿Sientes algún resentimiento con Rescalvo o Rondelli?

No, con nadie. Las cosas se han dado así, son cuestiones del fútbol y tengo que aprender de esto.

- ¿Y con el actual presidente de Emelec, José Pileggi?

Tampoco. Él me trajo el año anterior, hizo lo que pudo, pero no entrar en los planes de los técnicos no es culpa de él.

- ¿Volverías a Emelec?

Claro, es el equipo de mis amores, donde siempre me he visualizado como profesional. Estoy seguro de que la vida me volverá a dar una revancha acá.

- ¿Te sientes ansioso por jugar?

Sin duda. Pese a que las puertas se me han cerrado siento que las condiciones no las he perdido, pero los años pasan rápido. Ya tengo 20 años y no he tenido el espacio que necesito.