Joaquín Saavedra es de la nueva generación de periodistas deportivos. Está entre la polémica y la tecnología. El chico de las barbas se ha ganado un espacio entre los aficionados del fútbol. Acepta que ser periodista es como darle alargue al sueño frustrado de ser jugador de fútbol.

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Ha vivido entre Estados Unidos, Chile y Ecuador. Pasó desde lavar los platos y sacar la basura hasta estar con lo más top del deporte. Sus ‘peleas’ con Vito Muñoz espera nunca repetirlas, porque lo desgastan.

Se confiesa un “fiel lector de EXTRA desde adolescente” y no es que solo entraba a leer las crónicas deportivas, pues el Lunes Sexy era su favorito. Joaquín, quien tiene un sueño de ser directivo deportivo, hoy le cuenta a EXTRA sus horas oscuras, donde tocó fondo debido al alcohol. Una entrevista sin filtro, que pasa de la risa a la tristeza.

- ¿Por qué periodista?

La verdad, fue el paso de la frustración de no ser jugador de fútbol, ese era mi sueño, pero no fue.

- ¿Cómo quién habrías sido?

Un 10 clásico, tipo Riquelme, Damián Manso, Kitu Díaz o como Kaviedes.

- Hablando con sinceridad, ¿qué tan buenos eras?

Los que me vieron de ‘pelado’ decían que jugaba bien y tengo amigos que me dicen lo mismo. A los 13 años me inscribí en Emelec, pero no pude ingresar a federarme, debido a que mi mamá se fue a Estados Unidos y mi papá a Chile, y no había quién firmara el documento. Luego me iba a probar en Salesianos, de segunda categoría, pero al no tener a mis padres no se pudo. Me quedé frustrado y, para estar cerca del fútbol, elegí el periodismo.

- ¿Antes de ser periodista en qué trabajabas?

Viví en Nueva York varios años. Sacaba la basura, allá se hace de todo y también trabajaba en una tienda de ropa exclusiva en atención al cliente. Estaba en cosas extremas al mismo tiempo.

- Conoces EXTRA no precisamente por la sección deportes...

Hay que ser sinceros, cuando iba en el bus al colegio veía el EXTRA, en especial la sección Lunes Sexy, y ¡guaoo! Como hombre, uno veía las fotos que llamaban la atención y ya sabes el resto. Luego los titulares que se manejan, ¡qué buenos, inigualables!

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- El periodismo arranca con EXTRA.

Claro que sí, el Diario se lo veía en todas partes. Además, mi generación vivió los torneos de fútbol sala que se hacían en el coliseo Granasa, en mi época de estudiante.

- ¿Eres polémico en el periodismo?

No me calló nada, y por eso he tenido diferencia con personajes del deporte y hasta nos hemos distanciado. A veces se me suelta la tuerca, digo lo que siento y no cuido nada.

- Ha tenido diferencias con Vito Muñoz, Carlos Torres Garcés, Roberto Bonafont y Aquiles Álvarez.

Fueron fuertes, pero ya están todas solucionadas. Pero mi posición como periodista me llevó a eso. La más mediática fue con Vito, una persona a la que admiró mucho, es bravo y jodido meterse con él. Nunca más me metería con él, Vito va con todo, y lo raro es que era muy amigo de mi papá y mío.

- De periodista exitoso a tocar fondo, es un tema que nunca lo has dicho.

He sido muy desordenado y toqué fondo. He conocido a Dios desde chico, pero he tenido años grises. No se que pasó, hasta que conocí el alcohol y fui mujeriego, a pesar de tener una gran esposa, y fallé. Me toca fuerte hablar de esto. Hasta que me tocó vivir solo, teniendo a cuatro hijas que me necesitaban. Tomaba en exceso y toqué fondo.

- ¿Qué te hizo decir ‘hasta aquí llego’?

Siempre Dios manda sus ángeles, grandes amigos que me vieron que estaba mal y me ayudaron. Guido Abad me llevó a la iglesia Alianza Samborondón, y Alfaro Freire, quien es un gran productor de TV, me hizo ir al retiro Hermanos Caminantes de Emaús. Fue en ese momento que Dios me dio la mano, volví a vivir, recuperé a mi esposa y a la familia. Recordar eso me quiebra, fueron duros momentos, pero pude salir y recuperar mi vida.

- Feliz con la familia.

A veces se tiene una gran esposa y la hacemos sufrir. Gracias a Dios, hoy trato de darle todo el tiempo y presencia a ella y a mis hijas. Vengo de una familia donde fallaron los varones, pero era hora de romper eso y cambiar mi historia.

- ¿Qué tan tóxico es manejarse en redes sociales?

A veces he querido botar la toalla y buscar otra profesión. Las redes sociales son fuertes, hay muchas pu$%&/, ahora que viajo a Quito lo vivo, sale cualquier desubicado. Yo creía que era un tipo curtido, pero sí afecta a ratos.

La rivalidad de los hinchas es fuerte. Lo último me pasó con la hinchada de Emelec, dije que Fernando León iba a Barcelona, y se cayó (la negociación), pero era algo real y comenzaron los insultos al por mayor.

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- Ya eres un periodista deportivo reconocido, pero ¿hasta dónde quieres llegar?

Hay un sueño grande: yo quiero ser directivo del equipo del que he sido hincha desde pequeño, lo tengo congelado por varios años. Mi camino es ser dirigente, por ahora no lo digo, cuando era chico era fanático enfermo. No es que deseo ser presidente, pero sí manejar la comisión de fútbol.

- ¿Y como periodista?

Seguir creciendo, debo confesar que el periodismo lo comencé hacer de lo que veía en EXTRA llevado a la televisión, quiero seguir por más historia. Ahora sigo con mi lucha que es Fútbol sin cassette, que es buscar más historias.

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