Jean Humanante, capitán de Guayaquil City, fue elegido como uno de los volantes más influyentes en la primera etapa de la LigaPro, en la que participó en 13 de los 15 partidos que se disputaron.

Humanante le reveló a EXTRA que juega en cualquier posición defensiva, pues su mayor virtud es la marca, al punto de que a sus atacantes les dice que solo se preocupen por hacer los goles.

Fue elegido uno de los mejores volantes de la primera etapa.

Esto lo logré con la ayuda de Dios. Estoy enfocado en mi carrera, aprovechando cada oportunidad que se me da en el equipo, aparte de que soy capitán. Me dio emoción cuando me dijeron eso.

¿Cómo logró asentarse en el club?

Ha sido duro el camino, pasé muchas necesidades e hice sacrificios. En 2018, si no debutaba iba a dejar el fútbol.

¿Por qué razón?

Llegué al City en 2017, pero recién pude jugar en 2018. Recuerdo que el ‘profe’ Pool Gavilánez me tomó en cuenta y me hizo debutar. Si ese año yo no jugaba, tenía que buscar otros aires, mi familia depende de mí. Mi abuelo (Segundo Humanante) ha sido importante en mi carrera.

¿Cómo lo ayudó su abuelo?

Cuando tenía tres años yo tuve un tumor de trigonocefalia (es una craneosinostosis que se caracteriza por la forma triangular o en cuña de la frente). Y después de la operación, mi abuelo era el que me llevaba a jugar.

¿Pensó en dejar el fútbol?

Siendo sincero, no. Yo de ‘pelado’ no sabía lo que tenía. Ni siquiera tenía miedo. A mí me gustaba jugar y no quería dejarlo.

¿Desde pequeño ya soñaba con ser futbolista?

Claro. Recuerdo que vivía por el estadio Capwell y nos íbamos caminando hasta la Floresta (sur de Guayaquil) a jugar.

¿Siempre jugó de volante?

Sí, pero soy polifuncional en la defensa. Con tal de jugar, hasta arquero puedo ser.

¿Es fuerte en la marca?

Siempre he sido fuerte en la marca, pero también tengo buena salida con la pelota. Yo sé que en la parte defensiva puedo ayudar, por eso les digo a mis compañeros que juegan adelante que ellos se encarguen de atacar, que yo recupero la pelota.

¿Le ha tocado un rival bravo?

El más duro fue Roberto Ordóñez. Es un delantero fuerte que busca el roce, pero también me gusta ese tipo de jugadores porque así me doy cuenta de qué tan fuerte estoy. En un partido contra Emelec, me tocó pelearle, luchar, tuve que parármele fuerte. Es mi amigo, todo queda en la cancha.