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Expresidente del FC Barcelona y su paso por prisión: "Me dieron vaselinas y condones"
Sandro Rosell respasó su experiencia traumática cuando fue enviado a la cárcel.
Sandro Rosell, expresidente del FC Barcelona, concedió una entrevista en la que repasó uno de los episodios más difíciles de su vida: los dos años que pasó en prisión preventiva antes de ser absuelto.
Rosell reconoció que no es una etapa que le guste rememorar y que trata de dejarla atrás. "Intento olvidar todo lo que sucedió", afirmó. Aunque confesó que lo pasó "fatal" durante su estancia en la cárcel, prefiere quedarse con las experiencias positivas: "Recuerdo el día mal. Pero debo decir que te quedas con las anécdotas y las cosas buenas de la vida".
El exdirectivo culé considera que su encarcelamiento estuvo motivado por razones políticas y que su papel como presidente del Barça influyó en su detención.
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"No creo que hubiera terminado en prisión si no hubiera sido presidente del Barça", aseguró, insinuando que su caso estuvo vinculado al contexto del 'Procés' independentista en Cataluña.
"Me pusieron en una lista en la que no me correspondía estar. Pero acabas de limpiarte nunca", lamentó en la entrevista con el canal RTVE, publica diario Sport.
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Además del impacto personal, Rosell perdió su carrera en el mundo empresarial, ya que su detención le costó los puestos de asesor en tres multinacionales.
Un recibimiento inesperado en prisión
En la entrevista, Rosell también compartió una anécdota sobre su primer día en la cárcel, un momento que, según él, le dejó "trastornado".
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"Nada más poner un pie en el centro, me dieron dos preservativos y dos paquetitos de vaselina", relató.
Su reacción fue de desconcierto: "'Osti', encima de que me meten en la cárcel y soy inocente... vamos a acabar mal aquí", recordó con humor.
Con el tiempo, comprendió que estos artículos formaban parte de un "kit de entrada", que también incluía un cepillo de dientes, papel higiénico y una toalla.
Nierga no dejó pasar la oportunidad de preguntarle si llegó a usar los preservativos y la vaselina, a lo que Rosell respondió con un rotundo "no".
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