La chupa, la vacilada y el almuerzo, todo se jodió con la eliminación de Ecuador en el Mundial de Catar.

Miles de aficionados de la Tricolor se reunieron en gajo en distintos puntos de Guayaquil, donde se instalaron pantallas gigantes para ver el cotejo ante Senegal.

Minutos antes de que inicie el partido había optimismo entre los hinchas nacionales, pero una vez que se dio el pitazo inicial arrancó la pesadilla.

En el Fan Fest que se instaló en los exteriores del estadio Modelo, los presentes miraban con asombro el nivel que estaba mostrando Ecuador.

“Esta no es la misma selección que enfrentó a Catar y Países Bajos”, soltó Mario Mendoza, un aficionado que estaba vestido con la camiseta de la Tri y un turbante blanco.

“Los chicos están nerviosos. Parece que están confiados o le tienen miedo a los de Senegal”, afirmó José Luis Izurieta, quien estaba metros más adelante observando el partido.

Antes de que cayera el primer gol de Senegal, muchos coincidían en que para el segundo tiempo Carlos Gruezo y Alan Franco debían ser reemplazados, pero nadie imaginó que a los 44 minutos caería el penal en contra de la Tri.

“Alfaro tiene que hacer cambios, nos están paseando”, declaró Ronny Delgado, quien junto a un compañero de trabajo se tomaron la cabeza tras el penal que fue ejecutado por Ismaïla Sarr.

Para el segundo tiempo el sufrimiento siguió, pero la ilusión se hizo presente con el gol que marcó Moisés Caicedo a los 67 minutos.

Los miles de aficionados se abrazaron; la cerveza cayó como lluvia, pero tres minutos después las caras largas y la decepción se tomaron el lugar.

“Lo sufrimos y el árbitro no ayudó y los goles que nos comimos con Holanda nos pesaron”, lamentó Guillermo, un fanático que confesó haber perdido clases en la universidad.