El hincha de Emelec se quedó con las ganas de ver lo que podría ser el último Clásico del Astillero. Todo por culpa de unos cuantos salvajes.

Miles de aficionados millonarios llegaron desde muy temprano al estadio Capwell y se terminaron yendo con las caras largas, cuando escucharon por los parlantes que el duelo entre Emelec y Barcelona se suspendía por falta de garantías. Este 19 de septiembre (12:00) el duelo se reanudará, pero a puerta cerrada.

En sí el partido no duró ni un minuto. Para ser exactos fueron apenas 25 segundos, tiempo en el cual hubo de todo: un gol (que luego fue anulado), lanzamiento de objetos a la cancha, con impacto a los jugadores de canarios, revisión del VAR y forcejeo entre ambos equipos.

Pero antes de que se suspendiera el cotejo, este inició con alta intensidad. Apenas se dio el pitazo inicial, el balón cayó en campo azul; Dixon Arroyo despejó sin dirección, pero el Ídolo controló la acción y terminó silenciando el Capwell.

La acción del gol se dio tras una buena jugada entre Michael Carcelén, John Jairo Cifuente, Damián Díaz y Erick Castillo. Este último, con un remate cruzado, dejó sin reacción al golero Pedro Ortiz. Luego de eso se incendió la Caldera.

Los jugadores toreros corrieron a una esquina de la cancha para festejar y en ese momento empezaron a 'llover' distintos tipos de objetos (fundas y botellas con líquido en su interios), que impactaron a Carlos Rodríguez y Carcelén.

Mientras continuaba la celebración amarilla el juez central Franklin Congo fue llamado por el VAR, para revisar la jugada del gol.

Tras varios minutos de espera, aproximadamente tres, Congo anuló la anotación del Ídolo. Se argumentó que, antes de la jugada que armaron Carcelén, Cifuente, Díaz y Castillo, el balón había pegado en el brazo de Rodríguez.

Dicha decisión desató la alegría de los aficionados eléctricos que festejaron como si hubiera sido un gol de Emelec.

Pero la novela recién empezó ahí. Los jugadores de Barcelona se volcaron a reclamarle a Congo, mientras se caldeaba el ánimo en las gradas.

La plantilla amarilla no solo reclamaba la anulación de su gol, sino también el lanzamiento de objetos que empezaron a caer al campo de juego. Uno de ellos le habría provocado un corte en el rostro a Rodríguez.

Debido a los incidentes, Congo decidió suspender el encuentro durante 30 minutos y los jugadores se fueron a los camerinos.

Transcurrido este tiempo el único elenco que volvió al campo de juego fue Emelec, mientras que Barcelona decidió no hacerlo.

Elton García, comisario del partido, aseguró que la decisión de suspender el encuentro se dio por la falta de garantías.

“Hubo lanzamiento de objetos con impacto a jugadores de Barcelona, personas de seguridad y oficiales de partido. Además hubo insultos racistas en la tribuna San martín. La Policía no daba garantías”, justificó García en una entrevista con GolTv.

De esta forma el encuentro se jugará este 19 de septiembre a las 12:00, pero a puerta cerrada.

Emelec y Barcelona necesitan alcanzar un resultado positivo, para seguir en la pelea por ganar la etapa. Los azules suman 17 puntos (y tienen un partido pendiente ante Deportivo Cuenca), mientras que los toreros cuentan con 16.