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Hinchas del Deportivo Quito dieron clases de fidelidad
La afición chulla acompañó a su equipo, que tuvo su noche de presentación ante Liga de Quito, previo al inicio del torneo de Segunda Categoría.
Duden de todo, menos de la hinchada del Deportivo Quito y su amor por los colores. Es un matrimonio que cumple con todas las reglas de rigor. Está en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza, en las vueltas olímpicas y en los descensos. Siempre ahí. Siempre apoyando, cantando, gritando y sufriendo.
Los mismos que lloraron de dolor cuando el conjunto chulla se fue de la serie A en 2015 estuvieron la noche del viernes en el estadio Olímpico Atahualpa llenando la Preferencia y la Tribuna para su fiesta tradicional: la Noche Azulgrana.
Esa velada, que sirve como una renovación de los votos matrimoniales, fue el pretexto para presentar a la plantilla que peleará esta temporada en la segunda categoría de Pichincha. Y fue mucho más grande porque enfrentó a su clásico rival: Liga Deportiva Universitaria de Quito.
Es cierto que todavía acusa problemas futbolísticos, ya que apenas está saliendo de la etapa de preparación, pero la hinchada acudió con la única finalidad de mirar a quienes intentarán subir un peldaño en ese interminable camino de regreso a la serie de privilegio.
Por ganas no faltó. El equipo luchó ante un conjunto albo más trabajado y con muchos más recursos. Y por ello el partido terminó con victoria para el invitado por 1-2. Los goles visitantes fueron de Denil Castillo y Óscar Zambrano. El dueño de casa igualó momentáneamente gracias a Jairon Bonet.
De todas maneras, existe la esperanza de que durante la campaña aparezca la experiencia de jugadores como Luis Bolaños, Cristian Castro, Álex Bolaños o el argentino Jorge Detona. Por ello, a pesar de la derrota nunca hubo reclamos. Al contrario, los cánticos fueron cada vez más fuerte, como una muestra de que habrá paciencia para este proyecto.
Claro, también estuvieron los otros, los que casi dañaron la fiesta armando problemas en las calles aledañas al estadio. Pero, fueron menos, con relación a quienes acudieron a gozar del equipo de la ciudad.