Trata de pasar como un hincha más del torneo Ciudad de Milagro Copa Diario EXTRA, pero su adrenalina de entrenador la lleva en las venas.

Camina de un lado a otro, no para de gesticular y a ratos le da detalles a su hijo Jhon. Es el exjugador y entrenador Jhonny Morales.

El fútbol es su vida y cuando no está dirigiendo permanece en las gradas como un fanático más que vive con mucha pasión el peloteo.

Jhon Morales es su tercer hijo y pertenece a la sub-14 de la Escuela de Fútbol Milagro (Esfutmil). El DT, no se pierde ningún partido de sus muchachos, así como lo hizo con Kevin, quien jugó en el Olmedo de Riobamba, y de Steven, que también ‘le hacía’ al fútbol.

Hasta para poder hablar con Morales hay que moverse, porque él no está quieto, ya que el derroche de energía es grande.

“El deporte forma juventudes, enorgullece y existe el afán de que surjan talentos en este deporte”, expresa Jhonny.

Dice que se siente feliz solo con el hecho de que sus hijos jueguen; si son destacados o no, eso es otra cosa.

“A los padres de familia fanáticos del fútbol nos llena de satisfacción ver a nuestros hijos practicar este deporte y que no anden en ningún vicio, si pasa esto es un regalo de Dios. Y qué mejor en un deporte que une y divierte”, manifiesta el entrenador.

“Gracias a Dios mis hijos han sido deportistas y sé cómo se sienten, debido a que también fui jugador”.

Jhonny sigue moviéndose, a ratos se parece al DT argentino Jorge Sampaoli, porque camina mucho.

Es el ambiente en las gradas del estadio de Valdez de Milagro, donde un padre se siente realizado al ver cómo su hijo juega. Es la otra cara de los hinchas, cuando viven al 100 % el torneo.

Desde las gradas Jhonny grita: “sube, sube, no des por perdida la pelota, vamos, vamos que hay que darlo todo”.

Por momentos se rasca la cabeza, pero eso es parte del show del fútbol y de la vida. Son las historias que se escriben entre familias, gracias al torneo Ciudad de Milagro Copa Diario EXTRA.