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En Guayaquil, miles de hinchas de la Tricolor vieron el partido en los exteriores del estadio Modelo.Miguel Canales Leon

En Guayaquil y Quito, gritaron con el alma el gol de Enner Valencia

En Guayaquil y Quito festejaron a más no poder el empate que Ecuador alcanzó ante Países Bajos, en la segunda fecha del Mundial de Catar.

“Se sufre mucho fuera de la cancha”, reconoció Édison Méndez mientras posaba para un sinnúmero de aficionados que le pedían fotografías.

El Kinito vivió el partido ante Países Bajos como un hincha más. Vistiendo la camiseta amarilla, él cantó, gritó y hasta reclamó algunas decisiones arbitrales, como si fueran a escucharlo a través de la pantalla. Esta vez ya no se contuvo en las protestas, como lo hacía dentro del campo. Lanzó gran parte de su repertorio verbal. Después de todo, sufrió al igual que los dos mil asistentes al festival que se armó en Cumbayá (Quito).

Méndez, quien coincidió con el también exseleccionado Geovanny Caicedo, se subió a esa montaña rusa de emociones que inició con un susto, cuando la Naranja Mecánica se adelantó en el marcador.

Pero, como lo confesó a EXTRA, ese era un escenario posible y lo más importante era mantener la calma y seguir el plan de juego. Pero eso no sabían los demás presentes. Ellos sí lo sufrieron, al punto de convertir la fiesta en un velorio por unos instantes.

Después, al igual que el equipo nacional, los hinchas se metieron en el partido. En cada ataque o amenaza gritaban con fervor.

Entre altos y bajos, dependiendo de las acciones en las dos áreas, el momento más emotivo se dio cuando Pervis Estupiñán mandó el balón al fondo de las redes. En ese rato la cerveza voló y se repartieron abrazos entre todos. Lamentablemente no tuvo un final feliz porque se anuló la jugada por fuera de lugar.

De todas maneras, quedó la sensación de que todo podía mejorar en el complemento. Y así fue. Enner Valencia puso el empate y los seguidores lo celebraron a todo pulmón.

Al final, el empate los dejó contentos. Tuvieron ánimo para seguir en la fiesta, con un pequeño concierto, cerveza y la confianza en que se ganará en el siguiente partido.

Ni el sol los frenó

En Guayaquil, la explanada del estadio Modelo fue el punto de encuentro para ver el duelo mundialista de la Tri.

Pese a que el sol golpeó fuerte ayer en la urbe porteña, esto no impidió que el lugar luciera abarrotado, con dos horas de anticipación. Muchos llegaron vestidos con el amarillo, azul y rojo, pero también hubo uno que otro encorbatado que se fugó del trabajo para alentar al elenco nacional.

Durante gran parte del encuentro, el “uffretumbó en los exteriores del Coloso de la Avenida de las Américas, pero cuando cayó el tanto de Ecuador, la ‘biela’ cayó como lluvia y los presentes se fundieron en un profundo abrazo. (JL/CM)