Gilson de Souza fue un delantero espectacular que en la década del 90 vistió cuatro camisetas de equipos ecuatorianos y también la Tricolor.

Se fue de nuestro país y estudió para entrenador. Gran parte de su carrera como técnico la hizo en Catar (Medio Oriente), en marzo pudo llegar a Río de Janeiro, Brasil, donde pasa la cuarentena.

Gilson recordó para EXTRA su época de futbolista, pero también sus anécdotas con el cuy asado, el robo de su sueldo, las cervezas en Liga de Quito y más.

Gilson, estuviste en dos equipos grandes, Barcelona y Liga de Quito, en dos que ya no están, Filanbanco y Valdez, y la Tricolor. Tienes una buena historia en Ecuador.

En cuatro equipos y la Selección fue mi tiempo por Ecuador, de donde me traje el cariño de su gente. Conservo la mayoría de las camisetas que vestí. Solo la de Filanbanco no la tengo. He regalado muchas camisetas que me traje de Ecuador.

¿Te las pones de vez en cuando?

No soy de usar las camisetas de los equipos en que he estado, además están bien conservadas y mejor que estén así. Sirven para tenerlas de recuerdo.

¿Y qué anécdotas lo marcaron?

En Valdez fue una cosa de locos. Me habían pagado en 1991 mi sueldo. Jugamos un partido amistoso contra Barcelona en Los Chirijos de Milagro. Tenía mi bolso y una persona me lo arranchó, fue algo rápido. No sé qué cara puse, pero quien lo tenía estaba tan asustado por mi reacción que enseguida me lo devolvió, creo que fue por miedo. Si él no me dice nada, me quedaba sin dinero, eran varios miles de dólares.

¿Y en Liga de Quito?

La amistad con los jugadores era buena fuera de la cancha. Salíamos a comer, a tomar una cerveza. Los asados siempre estaban a la orden del día. La ciudad muy tranquila. En Liga hicimos un gran grupo.

Barcelona y las locuras de Guayaquil.

Pocos hemos vivido el antes y después de jugar en Barcelona. Cuando estaba en Filanbanco y Valdez, y le hacía goles al Ídolo, los hinchas me insultaban. Luego pasé al equipo más grande del Ecuador y sucedió lo contrario, la gente me quería, todo era diferente.

Estar en Barcelona es una locura en todo. 

¿Cómo recuerda los títulos ganados con Barcelona?

Para mí son dos, en 1995 y 1997, en este último salí antes de que se coronen campeones, pero dejé el equipo con un punto de bonificación para la final.

Ser campeón con Barcelona te queda la satisfacción del deber cumplido y ser recordado por siempre. No es que seamos inmortales, pero ahora con el internet eso queda registrado. Ser parte de la historia de un club es algo que no se lo borra, solo que venga un Apocalipsis.

¿Cómo fue su experiencia con la Tri?

Muy agradecido por la oportunidad de jugar por un país que no era el mío. Tengo buenos recuerdos, soy ecuatoriano de corazón. Al inicio íbamos bien, pero no conseguimos la clasificación (al Mundial de Francia 98). Estoy seguro que el trabajo de Francisco Maturana tiene que ver mucho en la vida deportiva de Ecuador.

¿Qué futbolista actualmente se asemeja a su estilo de juego?

Por la fuerza, manejo del balón y la velocidad creo que Antonio Valencia. Tiene algo similar a lo que fui, cuando juega de la media cancha para adelante.

¿En Medio Oriente alguien le comentó que lo vio jugar en el Ídolo?

La gente que me ve en la calle no me reconoce. Ahora no tengo tanto cabello. En Medio Oriente hay pocos ecuatorianos y no saben quién soy. No es el cambio generacional, sino el visual, estoy muy diferente en el aspecto físico.

¿Qué se viene para Gilson después de la cuarentena?

Espero que salga algo en Catar, porque me vine en la cuarentena, allá todo ha terminado. Me encuentro en Río de Janeiro. Ojalá salga algo en Ecuador para poder dirigir, por ahora está complicado, ya que todos tienen entrenador. Creo que este año va a ser difícil.

¿Se ve dirigiendo en Ecuador?

Anhelo trabajar allá, ojalá tenga esa oportunidad.

¿No importa el color del equipo?

No, los equipos como Barcelona y Liga de Quito fueron importantes en mi vida, pero ahora soy entrenador y uno puede dirigir cualquier plantel. Espero estar algún día en el fútbol ecuatoriano.

Son cerca de 30 años, alguna comida de Ecuador que recuerde y quiera comer

Claro, las sopas que tengan choclo, son deliciosas. Eso no hay en ninguna parte del mundo.

¿Cómo fue la vez que le presentaron el cuy, le gustó?

Una vez cerca de Pomasqui fui a comer, estaba en el menú (el cuy), lo pedí y me gustó. Luego quería comerlo todos los días. Claro que nunca lo vi entero, estaba cortadito, porque salvo que sea pescado, las comidas que tienen la cabeza no se ven bien. Con cabeza el cuy es feo.(carcajadas).