Exclusivo
Deportes
Franco Mendoza: “Al que pierde el Clásico del Astillero se le 'cargan'”
El exazul prevé este sábado 10 de julio un partido de 'bravo' porque se ‘pelean’ la etapa. Recordó que en el empate 2-2, en 2009, estaban ante un panorama parecido
No solo hay que ganar por los puntos. Hay que vencer por el orgullo. Y también hay que hacerlo, es una obligación no solo para los jugadores y el club, sino también por el bien de su hinchada, para evitar la ‘joda’.
Barcelona y Emelec disputan el Clásico del Astillero este sábado 10 de julio, a las 17:00, en un partido que saca a relucir las emociones de los hinchas de ambos equipos. Pero en esta ocasión las sensaciones serán más intensas porque también se ‘pelean’ la punta de la tabla de posiciones de la LigaPro.
El Clásico es el partido más importante del fútbol nacional y eso se lo sabe hasta en el exterior. Por eso, desde Argentina, el exdelantero de los eléctricos en la campaña 2009, el argentino Franco Mendoza, lo vibra y muestra toda su expectativa.
En diálogo con EXTRA, destaca que los Clásicos son “enfrentamientos de mucha tensión e importancia” y, más aún, si los dos tienen la posibilidad de ganar el primer cupo para la final del torneo ecuatoriano.
Falta una fecha para que termine la primera etapa, sin embargo, los amarillos y azules tienen su partido aplazado. Emelec es el líder de la acumulada con 30 puntos y Barcelona segundo con 27, instancia que hace que las emociones se dupliquen, según Mendoza.
“Es un Clásico y se pelean el campeonato. Pero más allá de la importancia del partido también está lo que viene después. Si no se saca un buen resultado vienen las cargadas, las bromas y exponerse a que te digan muchas cosas en la calle. Todo el país va estar pendiente de este resultado”, manifiesta el actual técnico de la reserva del club Atlético Rafaela.
Mendoza recuerda que el Clásico del Astillero que disputaron el 19 de agosto de 2009, por la segunda etapa del torneo, tenía un panorama parecido al de este sábado.
El Foco necesitaba una victoria para avanzar a la ronda final, mientras que los toreros no debían perder, porque corrían el riesgo de descender.
Ese año el Bombillo quedó en tercer lugar del torneo y los canarios se salvaron del descenso por dos puntos.
“Ese fue un Clásico muy lindo porque mi familia viajó a Ecuador para verme jugar. Terminamos el primer tiempo perdiendo dos a cero y era difícil remontar. En el descanso entré con Hernán Peirone al cambio y nos salió una noche maravillosa, porque pudimos hacer un gol cada uno. Hubiese sido triste perder en nuestra cancha (el Capwell)”, dice el Milagroso, como lo conocen, por los cuatro goles que anotó con el Bombillo en los últimos minutos de los partidos.
Tras ese empate (2-2) en la Caldera, Mendoza cuenta que celebraron en el camerino como ‘locos’, porque habían demostrado “que era un equipo con mucho carácter y personalidad, que no bajaba los brazos ante los partidos complicados”. Tomaron el resultado como “muy importante”, porque se ‘bajaron’ al rival de ‘patio’.
“Personalmente estaba muy feliz porque logramos revertir un marcador difícil y ante un rival complicado en solo cuarenta y cinco minutos, además que marqué en el partido más importante del año. En el camerino lo celebramos y saltamos hasta no poder más”, manifiesta Mendoza sobre ese momento que lo tiene como uno de los más importantes de su carrera como futbolista.