“Cuando la tuve en el pecho, dije que era gol. Ya lo tenía visto, estaba seguro de que se me iba a abrir el arco, y así Dios lo quiso”. Lo dice Fidel Martínez, después de recuperar la alegría y el atrevimiento en Barcelona.

Fidel confiesa que el encuentro ante Estudiantes de la Plata era el desafío perfecto para él, por la presión que tenía el equipo, por todo lo que se había dicho y porque las ganas que tenía eran grandes.

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La gente dice que fue un golazo, que es tendencia en redes sociales, pero el delantero de 33 años se lo toma despacio y con humildad: “Fue un bonito gol. Vi que venía la pelota y que debía pararla con el pecho. Y se dio”, expresa Martínez, que en el 2020 fue el máximo goleador del club.

Martínez sabe que la responsabilidad de un ofensivo es hacer goles, pero la experiencia de jugar a nivel internacional durante 15 años lo ha llevado a manejar bien la ansiedad.

“Esto es de paciencia. Claro que a veces uno se ofusca, porque es normal; pero como todo en la vida, si hay un sacrificio tiene que existir una recompensa”.

Se ríe cuando escucha que el secreto era pintarse el pelo; él afirma que eso solo es una locura más de la moda.

Recuerda que tuvieron que pasar tres años para volver a anotar con Barcelona en torneos internacionales: “Lo primero es que el equipo gane, eso no es negociable, pero si me toca anotar, gracias a Dios. Lo mejor de todo es escuchar la alegría del estadio, eso no tiene precio”, comenta el delantero, que en Ecuador solo ha defendido dos equipos: Deportivo Quito y Barcelona.

VIDA DE DETALLES

Sobre quitarle el invicto a Estudiantes de La Plata en el Monumental, dice que este tipo de torneo es tan breve, que hasta el más mínimo detalle del partido es importante. Y en el cotejo de vuelta será igual. “En Argentina va a ser durísimo, pero aquí hay que tener en cuenta todo. Estudiantes es muy dinámico, pero nosotros estuvimos bien. Ojo: el partido fue intenso, de esos en los que pestañeas y ya está”.

Sobre lo que se vivirá el martes 18 de julio en La Plata, donde el Ídolo se juega la clasificación a los octavos de final, manifestó que “el equipo está comprometido, estamos metidos en lo que deseamos. Vamos con toda la fe”.

Fidel Martínez jugó 68 minutos y a los 29’ hizo su primer gol en Copa Sudamericana. Que la alegría y el atrevimiento sigan hasta Argentina.

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