El partido estaba por terminar e Independiente del Valle defendía el 1-0 ante Cumbayá. Un tiro de esquina ponía en peligro el resultado del campeón. La pelota en el área, Fernando Gaibor como zaguero central saca el balón y hace una pared con Junior Sornoza, que se la devuelve de inmediato.

Gaibor, con toda tranquilidad, comienza a correr y cuando se dio cuenta de que el golero contrario estaba salido, hace una jugaba de precisión. Bien pudo dar pase o seguir corriendo, pero su remate desde su misma área vence al golero José Cárdenas. Golazo. Así de simple y fantástico. La anotación, como sacada de un videojuego, dio la vuelta al mundo. Era el 2-0.

EXTRA conversó con el jugador nacido en Montalvo, Los Ríos, sobre lo que vivió con el gol que por ahora es el mejor del 2022 visto en Ecuador.

¿Qué se te cruzó por la mente cuando recibes la pelota en su propia área?

Agarro la pelota y hago una pared con Junior Sornoza y comienzo avanzar. La idea en ese segundo fue irme solo hasta el arco rival para asegurar el gol, pero me di cuenta que había una defensa y creía que me iba a marcar, pero empieza a retroceder, entonces tomé la decisión de patear al arco.

Fue una decisión de segundos, irte al arco o hacer la jugada del gol.

Eso es cuestión de segundos, haces la jugada o no. No se puede dubitar. Tenía la confianza de hacer las cosas bien.

¿Lo soñaste o salió?

Siempre he tenido un remate de larga distancia y me gusta patear desde la mitad de la cancha en los entrenamientos y ahora se dio. Le fui tomando el golpe a los remates, claro que a veces le pegas al travesaño o se va fuera, pero esta vez entró y eso es lo que sirvió.

La jugada era para el aplauso o para que te pifien. Era llorar o reír y ahora con vídeos es más ‘foco’.

Tenía los dos lados, que te salga bien o mal. Como toda decisión en la vida anhelamos lo mejor, es la gloria o el fracaso, podría haber venido la pifiada, pero en el fútbol hay que tomar riesgos y asumir las consecuencias.

¿Y tus hijos qué dijeron?

Mi esposa y los bebes estaban en el estadio, el más pequeño en casa imitaba la forma como iba corriendo, estaba feliz.

Mi hijo Nicolás, de 9 años, el mayor, se da cuenta de todo, estaba contento y decía: papá hiciste un golazo, un récord, y hasta eres tendencia.

¿Ser tendencia en las redes sociales por cosas buenas no es poco y tu hijo se dio cuenta de eso?

Sí, fue emocionante que se sienta feliz, él es muy maduro para su edad. Estaba tranquilo después de anotar y no sabía que se había hecho viral el gol, él me contagió de todo lo que veía y estaba impresionado. Son momentos lindos que agradezco a Dios.

¿La emoción del festejo?

Sentí mucho desahogo, porque me gusta marcar goles, no los había hecho. Entré al cambio y se dio todo.

¿Adaptado a Independiente del Valle?

Totalmente. Es un club que te brinda todas las herramientas necesarias, te dedicas a trabajar, jugar y descansar.

Independiente del Valle es el único club que hace media concentración diaria, llegan a desayunar, entrenan, ven vídeos, almuerzan y a descansar.

Acá ese es el sistema de trabajo, lo cual es muy bueno, aquí es obligación venir a desayunar, es una manera profesional de trabajar, porque uno hasta se va almorzando, y por todo esto el club es bien visto.

¿Es decir que vas a la casa a descansar?

Esa es la idea, pero a veces uno hace cualquier trabajo.

Pero eso funciona con los jugadores que tienen disciplina...

Para triunfar hay que tener disciplina, la remuneración es muy buena en el fútbol y esto te permite hacer un trabajo muy profesional.

El domingo, de regreso al Capwell. Es un estadio que disfruté por muchos años, será un partido especial.

Y la familia ¿con qué equipo se quedó?

Siempre me apoya en el equipo que esté y es bueno sentir su respaldo en las buenas y en las malas.