Después de pasar varios meses entrenando en un pequeño patio de la casa, en su natal Pastaza, las hermanas Neisi Dajomes y Angie Palacios Dajomes decidieron viajar a Quito para volver a practicar en un gimnasio con todos los implementos necesarios.

Para esto contaron con el apoyo de la Concentración Deportiva de Pichincha, que facilitó sus instalaciones para la preparación de las deportistas.

Bajo estrictos parámetros de bioseguridad y con la supervisión del entrenador ruso Alexei Ignatov iniciaron con los trabajos físicos con la mira de llegar en el mejor nivel cuando se retomen las competencias clasificatorias a Tokio 2021.

“No tenía idea que extrañaría tanto esto. Practicábamos en casa en un espacio pequeño, no era lo mismo. Retorno con ganas de triunfar, pensamos ahora solo en recuperar el tiempo y buscar esa clasificación a Tokio lo antes posible”, destacó Neisi, ganadora de la presea de oro panamericana, doble medallista de bronce en el Mundial y que participó en los Juegos Olímpicos Río 2016.

Por su parte, su hermana Angie contó que poco a poco se ha ido acostumbrando a esta nueva normalidad con la mira fija en ganar experiencia y llegar por primera vez a una cita olímpica.

“Sabía que sería difícil entrenar solo en casa. Hemos vuelto a un gimnasio en donde me identifico con el ambiente. Mi entrenador está siempre pendiente de cada paso que damos y eso me hacía falta”, comentó Palacios, quien ganó dos medallas de plata en el Mundial juvenil de 2019, en Fijy.

Agregó que “el camino es duro, pero no imposible, vamos a seguir luchando para conseguir ganar más espacio internacional”.