Esta vez Papá Noel también le cumplirá a Camila, de 6 años, la hija de la volante canaria Jhojandry Monsalve. Cuando la pequeña vaya a buscar sus regalos debajo del árbol de Navidad saltará de la emoción, porque encontrará la casa de la Barbie, la muñeca LOL y la mascota LOL que le pidió a Santa.

La capitana del Ídolo es de Venezuela, sin embargo, pasará la festividad en la casa de su hermana Jennifer, quien reside en Ambato, la capital de la provincia de Tungurahua, a donde también llegarán su mamá Melvis, su prima Merly y otros familiares. El 24 y 25 de diciembre lo pasarán en familia, como lo hacen cada año.

Y para esta ocasión cocinarán un banquete al estilo venezolano. Doña Merly, con la ayuda de Jhojandry, quien aparte de ser goleadora en el campo de juego es amante de la cocina, preparará hallacas venezolanas, carnes rellenas, pan de jamón y ensalada, que degustarán esta noche entre las 20:00 y 21:00, antes de que a los pequeños les dé sueño.

“Nos reuniremos en familia para que los niños disfruten y aprendan que la Navidad se pasa con los seres queridos. Este es un mes que Camilita lo vive con mucha felicidad porque sabe que recibirá sus regalos de Papá Noel, ella todavía cree en Santa porque siempre le ha cumplido sus deseos”, dice entre risas.

Además, Jhojandry aseguró que cada vez que ve a su pequeña emocionada con sus regalos de Navidad le recuerda a su niñez y los obsequios que recibió. “Me emociona ver a mi pequeña celebrar este día, tanto así que me hace acordar de la bicicleta que me dieron mis padres cuando tenía cinco años, un regalo que les pedí y fue muy especial para mí”.

Pero recalcó que este año Papá Noel no le cumplió su deseo. “No tuve mi regalo que deseaba, salir campeona esta temporada (2022) con Barcelona, pero le volveré a enviar mi carta para que me lo cumpla este año que viene”, afirma sonriente.

Como si hubiera conseguido un nuevo título, así de emocionada estará hoy Jhojandry Monsalve porque pasará la Navidad con sus seres queridos, sobre todo porque su pequeña Camilita se divertirá.

“Unidos se pasa mejor” (Iliana Bowen, defensa de Barcelona)

Para Iliana Bowen, la defensa de Barcelona, la Navidad representa la oportunidad para reunirse con sus familiares que no puede visitar a diario y de ver a su pequeño de 4 años, Joaquín Quishpe, disfrutar de un día que lo llena de felicidad por Papá Noel y los regalos que le pueda entregar. Es por eso que ella también vive este día como si hubiera ganado un trofeo.

“Nos reuniremos en la casa de mis suegros. Estará toda la familia de mi esposo y mi familia también, para que los niños puedan pasar juntos. A Joaquín le gusta la Navidad porque se reúne con sus primos, con ellos se pone a jugar desde que se ven. En familia se pasa mejor”, cuenta.

El pequeño Joaquín todavía cree que Papá Noel le entrega los regalos de Navidad, por aquella razón este año le pidió una pista de carros con un pulpo, la cual encontrará debajo del árbol. Ha sido un niño obediente y responsable con sus deberes, es por eso que tiene merecido su juguete, asegura Iliana.

“Nosotros le decimos que los regalos se los trae Papá Noel y que tiene que pedírselos en una carta, pero él sabe que tiene que ser responsable y obediente para que Santa se los traiga. A él le gusta tanto la Navidad que cuando se olvida de hacer algún deber me dice que no le cuente a Santa, porque después no le dará sus regalos”, revela.

Iliana Bowen destaca que tendrá a su ‘equipo’ completo: toda su familia, incluida la de su esposo Paul Quishpe, se reunirán. Aquello la emociona, aunque dice que este año no tuvo su obsequio. “Tenía muchos deseos y entre esos estaba ganar el torneo con Barcelona, no me lo cumplió, pero se lo volveré a pedir. Igualmente, esta noche estaré feliz porque compartiré con mi familia y mi pequeño Joaquín”.

“Volver a las canchas fue el mejor regalo” (Anita Carrillo, volante de Macará)

Tras pasar por Liga de Quito, Espuce, Ñañas, Independiente del Valle y la Tricolor, Anita Carrillo decidió cambiar la cancha por el banquillo.

Aceptó la propuesta de ser asistente técnica de la entrenadora española Susú Cores, primero con Independiente y después en Macará, donde cumplió la función de preparadora física.

Pero esta temporada, como parte del cuadro ambateño, los pies le picaban al ver a las futbolistas en los entrenamientos y partidos.

Y en la primera oportunidad que tuvo, Anita, a sus 37 años, regresó a las canchas. “Se presentaron lesiones y no pudimos encontrar más chicas, por lo que acepté la oportunidad”, le cuenta la volante a EXTRA.

Lo hizo con la motivación de su hijo Matías Jesús, de 8 años, y de su madre, Ana Lucía Lema, de 81, sus compañeros en cada reto.

“Que mi hijo y mi mamá me vean jugar es especial, son mi todo, mi motivación. Regresar a las canchas y tenerlos a mi lado fue un regalo adelantado”.

Además, confiesa que por primera vez armó el árbol de Navidad en su casa, por pedido de su pequeño, de quien dice que se emocionó al colocar los bombillos y las luces.

El mundo de Anita gira en torno a su familia y el fútbol. Matías Jesús tiene síndrome de Down y lo lleva a las terapias. Además, es la cabeza de hogar, responsabilidad que asumió tras el fallecimiento de su padre, hace cuatro años.

Es por eso que tuvo un momento de preocupación cuando finalizó la participación de Macará en la Superliga y a la par su contrato con Macará.

“Siempre he estado rodeada de buenas personas. Regresé a Quito y me aparecieron unas oportunidades y ni corta ni perezosa las acepté”.

Se desempeña como entrenadora de los equipos masculino y femenino sub-14, y también con la categoría sub-18 de chicas en el colegio Martim Cereré.

“Todo lo que hago es por mi mamá y mi hijo. No espero una fecha especial para darles regalos. En Navidad, los 3 compartimos la cena, vemos una película y a descansar”, relata sobre esta festividad.

Al preguntarle sobre el regalo que pediría, resalta que “Dios me ha bendecido con tener todavía a mi madre. Le pido que le dé salud a mi hijo. Son mis pilares”.

En cuanto a su carrera, Anita tiene propuestas para seguir compartiendo la próxima temporada su experiencia en la cancha o en el banquillo con las nuevas generaciones, a las cuales aportó a abrir un camino, al que calificó como muy duro, en un fútbol femenino que aseguró sigue sin llegar a ser profesional por completo.