La noche del sábado 26 de febrero de 2022, durante 90 minutos, Glenda Ruiz y sus hijos Luis y Camila vivieron una ‘ruleta rusa’ de emociones. Saltaron de la exaltación con las jugadas de peligro de Barcelona ante Técnico Universitario y, por momentos, se bajonearon porque era el último partido que Fabián Bustos dirigía al equipo de sus amores, a quien consideran “uno de los mejores en la historia de club”.

Doña Glenda abrió una pancarta, que medía un metro cuadrado, con la leyenda: “¡Muchas gracias, profe Bustos!”, cuando el Toro ingresó en compañía de sus ahora exdirigidos a la cancha del estadio Monumental. Su aparición desató la euforia en muchos hinchas del estadio, que gritaron frases de agradecimiento.

Al instante, doña Glenda se levantó de su asiento, en la localidad palco bajo, corrió por las escaleras y llegó hasta el límite con la cancha, desde donde gritó: “Gracias, profe, por la vuelta olímpica en Casa Blanca y la semifinal de la Copa Libertadores, lo vamos a extrañar”. Lo mejor fue que Bustos la escuchó y respondió levantando la mano.

Ya en el partido, Bustos vivió con intensidad y reclamó cada jugada del choque ante el Rodillo Rojo, como es su característica. No parecía que fuera su último partido con los toreros, ya que, incluso, no se cansó de dar constantes indicaciones. “Esperamos que vuelva algún día, él marcó a los hinchas amarillos”, recalcó Luis.

Enrique León, sus hijos Matías y Abel y su suegro Rodi tampoco quisieron perderse la oportunidad de ver por última vez a Bustos. Ellos no llevaron ningún cartel, pero prepararon un grito especial: “No se olvide de nosotros porque lo queremos mucho”.

“No habrá otro técnico como él. Fue criticado, pero logró grandes cosas. Le deseo el mejor de los éxitos. Ahora, cuando lo enfrentemos en Copa Libertadores será nuestro rival, una sensación rara”, expresó Enrique.

Mientras Bustos vivía su último compromiso como técnico del Ídolo, Jorge Célico era confirmado para dirigir a los canarios. El Toro se despidió con el abrazo y buenos deseos de los jugadores que dirigió entre 2020 y 2022.

El agónico gol de Gonzalo Mastriani hizo llorar a Bustos. Así se despidió. Su destino es Santos. Los insultadores no asomaron. El Toro se fue feliz.