La vida de entrenador en Barcelona a Fabián Bustos le duró 801 días. Todo inició un 19 de diciembre del 2019, cuando puso su firma para dirigir al elenco amarillo. Dejaba a su querido Delfín de Manta por un sueño.

El 26 de febrero del 2022, el DT hizo su penúltima entrada al estadio Monumental. Sencillo, sin poses. A ratos hasta se dudaba que sea argentino, actuaba más como si fuera un manabita con corazón amarillo.

Ya había firmado como nuevo entrenador del Santos, el equipo de los famosos Pelé y Neymar. Su destino será negro y blanco.

Se sentó a un costado de la sala de prensa, como si no fuera la figura. En segundos se dieron cuenta y le dijeron que vaya al centro.

De entrada, Bustos nos confesó que había prometido en casa que no iba a llorar. Pero la realidad lo desbordó. Apenas ingresó se le perdió la sonrisa y la que ‘aplicó’ fue fingida.

Hoy, en su último partido frente al Ídolo, ante Técnico Universitario, le harán un homenaje: le darán una placa, una camiseta y que el estadio lo aplauda. Lo merece.

Será su último partido, luego viaja a Brasil, que lo espera en pleno carnaval. No hay mejor fecha para llegar a ese país.

POR LA PUERTA GRANDE

Fabián Bustos tenía tres formas de salir: que lo saque la dirigencia o salga por la presión de los hinchas ante los resultados, como estuvieron a punto de hacerlo en diciembre del 2021, o que un equipo se lo lleve, como pasó.

Le preguntamos al oído, ¿a qué se debe que sale en los dos últimos equipos por la puerta grande? Respira profundo, trata de contener las lágrimas y esta vez su corazón es el que habla. “Soy bendecido de Dios, él lo quiso así”.

En realidad Bustos deja tres equipos en Ecuador: Barcelona, Delfín y D. Quito. Y como buen hincha lo dice sin miedo: “Espero que Barcelona llegue a la final de la Copa Libertadores y venir como un hincha más. Como seguidor le deseo lo mejor a mi equipo”.

EN SU MEMORIA

Dice que el mejor partido que vivió con Barcelona quedó grabado en su mente. Confiesa que hasta soñó cómo sería y por eso hizo la camiseta en agradecimiento a Dios. Eso fue el 29 de diciembre del 2020 en el estadio Rodrigo Paz, de Quito, cuando se coronó campeón de LigaPro.

“Ese partido nadie lo olvida, pero en realidad Barcelona es vivir las 24 horas para el club”, dice Bustos.

NO LO CREE

Bustos llegó como jugador al Ecuador e hizo su vida. Además, sus pequeñas Lucciana y Fabianna son ecuatorianas. Confiesa que jamás soñó llegar a Barcelona ni pasar finalmente en Santos: “Valoro más lo que me sucede y cuando comencé no imaginé que estaría en Barcelona, que era donde siempre quería estar... ¡y ahora lo de Santos!”.

El entrenador dice que cuando empezaron a llegar las ofertas de México y Brasil le entró una pena, no quería salir de Barcelona, pero luego de hablar con su familia vieron que era una bendición de Dios que le servía para seguir creciendo en todo sentido.

Es un agradecido de lo que vivió en el Ídolo y por eso afirma que “Barcelona me hizo mejor entrenador, gracias a la dirigencia y a los jugadores. Me llevo un montón de cosas buenas, si me quedo con una es el aliento de la gente, el estadio lleno hacía que se me erizara la piel”.

Bustos se va al Santos junto a su cuerpo técnico: el asistente técnico Lucas Ochandorena, el preparador físico Marcos Conenna y el preparador de arqueros Carlos Caicedo.

Fabián fue campeón con Barcelona en el 2020 y llegó a las semifinales de Copa Libertadores 2021. El  deja al equipo en fase 2 de Libertadores.

Hoy le dice adiós a Barcelona y un pan de Ambato que se coma en nombre de Técnico Universitario sellaría su paso por el Ídolo, a pesar de que Carlos Alfaro Moreno, presidente amarillo, le dijo que las puertas del equipo están abiertas.