Tiene 19 años y Catar 2022 es su primer Mundial. Es la quiteña Emily Tamay, quien aplicó para ser voluntaria de la FIFA, fue aprobada y lo mejor que le pudo pasar es ser asignada al estadio Khalifa, donde Ecuador jugará el 29 de noviembre ante Senegal su último partido por el Grupo A.

Llega con la camiseta amarilla de la Tri, mira la Copa del Mundo en gigante y pide que le tomen una foto.

Es ecuatoriana y soñadora. En marzo pasado, cuando se abrió lo de los voluntarios para Catar ingresó todos los papeles y fue aceptada, pero Emily nunca imaginó que la designarían para el palco de prensa del estadio donde Ecuador debía jugar ante Países Bajos (viernes) y Senegal.

“Quería estar aquí, esa era mi ilusión, pero sabía que millares de personas en todo el mundo también aplicaban. Cinco meses después me llegó el correo de FIFA diciendo que estaba aceptada, les conté a mis familiares y no me creían”, explica Emily.

Dice que el solo hecho de estar en Catar es majestuoso, pero también es increíble colaborar en el estadio Khalifa.

En el palco de prensa se dedica a ayudar en todo lo que se pueda y no es nada complicado. Además, tiene tiempo para ver los partidos. “Me emocioné mucho con el gol de Enner Valencia ante Países Bajos y lo que más me gustó es poder ver felices a mis compatriotas en las gradas, tenía ganas de ir a abrazarlos”, cuenta.

Emily se lleva la alegría de servir a los demás y nadie le quita la dicha de ver en primera fila todo lo que ha hecho Ecuador en Catar. Un verdadero lujo que le ha dado la vida.