Un nuevo reto inicia Édison Vega. A sus 31 años quiere demostrar que está vigente y asume con responsabilidad la confianza brindada por la dirigencia y cuerpo técnico del Aucas.

Será su quinto equipo tras pasar por Imbabura, Deportivo Quito, Barcelona y Liga de Quito. Con los albos tuvo su mejor momento, consiguiendo tres títulos, pero con un adiós doloroso. El experimentado volante prefiere no hablar de su salida de la U y se enfoca en entrar a la historia del Papá, clasificando por primera vez a una Copa Libertadores.

“Tengo claros y estoy 100% concentrado en los objetivos del equipo. Vengo a aportar y trabajar para que se cumplan”, afirmó Vega, quien cae como ‘anillo al dedo’ al esquema que le gusta al técnico Héctor Bidoglio, quien en los dos juegos que ha dirigido ubicó en la posición de volante de marca a Marcos Olmedo.

Agregó que “en los primeros entrenamientos me he sentido a gusto, reencontrándome con compañeros con los que compartí en otros clubes”.

Andrés Báez, gerente del cuadro oriental, resaltó que con la llegada del Enano se consigue “un salto de calidad a la plantilla”. El volante toma con felicidad estas palabras y con firmeza afirmó “que las retribuiré con mucho trabajo y entrega en la cancha”.

Vega confesó en su despedida de Liga de Quito ser hincha del cuadro albo, rival histórico del Aucas, con quien disputa el Superclásico capitalino. Sobre esta particularidad señaló que “ahora defiendo la camiseta de Aucas y daré todo por dejar al equipo en lo más alto”.

CONTRA EL TIEMPO

Tras el fichaje de Vega, el Papá está en busca de reforzar su portería tras la lesión del segundo arquero, Johan Lara.

“Estamos viendo un arquero ecuatoriano o nacionalizado, ya que tenemos el cupo completo de extranjeros. Esperemos poder concretarlo hasta el viernes (26 de marzo) que se cierra el libro de pases”, indicó Báez.