Tener jugadores de clase en la defensa siempre ha sido un reto y un problema para Ecuador, aunque esa realidad parece tomar otro rumbo para un futuro no muy lejano. En la actualidad, nuestro país tiene a cuatro ‘pelados’, que no pasan de los 21 años en Europa.

Nunca antes se había tenido esa cantidad de defensas en el fútbol europeo. Si no pasa nada malo, en el porvenir toda esa defensa central, traída desde Europa, sería la muralla de nuestra selección nacional.

Ojo, el futuro que tienen es inmenso para jugadores como: Piero Hincapié, hoy en el Bayer Leverkusen, de Alemania; Jackson Porozo, del EASC Troyes de Francia; William Pacho, del Royal Antwerp de Bélgica (los tres nacidos en Esmeraldas) y Joel Ordóñez, de 18 años, nacido en Guayaquil pero de padres esmeraldeños.

Además, todos tienen en común que tuvieron un paso por Independiente del Valle.

“En los años 90, el DT Dussan Drascovik lo dijo, que el futuro del fútbol ecuatoriano está en la combinación de razas. Si se dan cuenta en los detalles, estamos viviendo eso en el presente en alto nivel”, expresó Joaquín López, entrenador de fútbol.

Mientras que Merlin Villagómez, ecuatoriano del Fass del Salvador, comentó que “la Tri es la que sale ganando, nunca se había visto una migración tan grande en un puesto donde siempre es difícil encontrar jugadores”.

Para Eduardo Granda, exentrenador de la sub-17 de Ecuador, esto sirve de motivación. “Hay que destacar la edad con que han llegado estos chicos, eso es lo mejor”, señala.