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Kendry Páez no estuvo convocado en el Preolímpico sub 23.Cortesía

Ecuador: Menores de edad como Kendry Páez, sin garantías de protección en selecciones

La FEF no tiene una normativa para menores que vigile que no vuelva a pasar lo de EE.UU. En su lugar, el cuerpo técnico son los 'chaperones'

Aunque la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) cerró rápido el sonado capítulo de los actos de indisciplina de tres de sus jugadores en Estados Unidos, nunca explicó cómo un adolescente de 16 años, Kendry Páez, acabó en una situación ilegal tras haber ingresado en un night club, lugar permitido solo para personas mayores de 21 años en ese país.

Más allá del debate habitual sobre al manejo de conducta de los futbolistas en su tiempo libre, el caso de Páez se enmarca en una cuestión mucho más grave: el rol de la FEF y del resto de instituciones deportivas en la protección de derechos de niñas, niños y adolescentes.

Diario EXTRA pudo confirmar que el viernes 22 de marzo, en New Jersey, cuando Félix Sánchez Bas les concedió tiempo libre a los jugadores, lo hizo sin ningún protocolo que garantice el cuidado de los dos menores en la delegación: Kendry Páez y Allen Obando. A través de un mensaje por el chat grupal, cerca del mediodía se les avisó a los jugadores que, tras el trabajo de la mañana, tenían el resto del día libre y debían regresar a las 20:30.

“Salieron todos corriendo, algunos ni almorzaron, se fueron directo para New York”, cuenta el periodista Ramiro Razo, quien pudo constatar cómo Obando llegó solo a un reconocido restaurante ecuatoriano en Newark, New Jersey. Allí lo entrevistó para su medio digital y después supo que su plan era irse a Manhattan, pero para eso, lo fue a recoger un pariente residente en la ciudad. Al familiar, nadie de la FEF le preguntó su identidad, ni qué actividades realizaría con el jugador.

Al joven de Barcelona lo llevaron de paseo, se fotografió con los personajes de Time Square y a la hora prevista lo dejaron en el hotel. Hasta este punto el rol de cuidador, responsable de un menor, no lo cumplió la FEF, sino un externo. No hubo el acompañamiento que fue más que evidente en el video difundido de Páez en el night club, junto a sus compañeros de la Tri Robert Arboleda y Gonzalo Plata.

Para Lourdes Miranda, coordinadora de la Maestría en Familia y Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes de la Universidad Técnica Equinoccial, el episodio con el joven futbolista en la selección constituyó una violación a sus derechos en varios aspectos. “Lo están adultizando. Quieren que tenga comportamientos de adulto y eso lo anula como adolescente. ¿Cómo están garantizando su derecho al libre desarrollo de la personalidad, a la recreación propia? ¿Qué tipo de educación sexual ha recibido?”, plantea, entre otras cosas.

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Miranda considera que hay una vulneración hacia Kendry “cuando su entorno, y probablemente él mismo, niega su condición de adolescente; que está en una etapa de desarrollo, en donde su cerebro ni siquiera ha terminado de desarrollar la corteza prefrontal”. Además, apunta a otra problemática específica de Páez tras compartir esas horas con sus compañeros: “La presión que se puede sufrir en la adolescencia, cuando actúas en función de sentirte integrado”.

La Federación Ecuatoriana de Fútbol no está capacitada

Allen Obando (i) y Kendry Páez jugaron juntos y fueron figuras en el Sudamericano Sub-17, hasta que coincidieron en la selección absoluta el mes pasado con polémica.Archivo

Indagar en la Ecuafútbol sobre alguna normativa de protección de menores, es inútil. No existe. A pesar de que el organismo, a través de su área de comunicación, ofreció atender las consultas de diario EXTRA al respecto, la respuesta de Xavier Zevallos, director de Integridad y Cumplimiento, nunca llegó. Y es que esa área es la encargada de estos temas, según Carolina Vilches, relacionista pública de la institución. Sin embargo no existe un protocolo, una subárea específica, ni un profesional capacitado en la materia de manera profunda.

Sobre las acciones de la FEF en esta problemática, Vilches cuenta que el año pasado se desarrollaron reuniones en el organismo con el experto español Iñaki Alonso. Todo gestionado por Fundación de las Américas (Fudela), que trabaja en el país con programas de desarrollo a través del fútbol.

Tras el encuentro y jornadas posteriores de capacitación en clubes capitalinos, la FEF informó en su sitio web que emitiría una “declaratoria para la protección de la infancia”, pero eso nunca sucedió. Y es que hasta la fecha no existe algún marco normativo que guíe el trabajo con menores de edad a la interna de la FEF, esto a pesar de que incluso la FIFA se encuentra implementando el proyecto FIFA Guardians, que justamente aborda la protección de menores, y a través del cual insta a sus federaciones miembro a ”proteger los derechos concretos de los niños establecidos en la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos del Niño (1989), por sus necesidades de cuidado y su dependencia de los demás”.

Ante la falta de alguna reglamentación clara en el país es que el ejercicio de la protección de los derechos de los adolescentes queda en manos de quienes conforman los cuerpos técnicos y de los coordinadores de selecciones.

Para Jimmy Bran, exdirector técnico que fue parte de la Sub-15, Sub-17 y Sub-20 de Ecuador, en las categorías más pequeñas, a diferencia de la mayor, siempre “hay una burbuja” cuando se viaja con ellos.

En base a su experiencia, el entrenador explica que cada vez que un jugador adolescente sale del país con alguna selección, alguien del área de coordinación de la FEF figura en la autorización de salida como responsable: “Hay algunas personas en coordinación, cualquiera de ellos pudieron haberse hecho cargo, que es por ley, no por un protocolo de la FEF como tal”, precisó.

Según Bran, en las selecciones menores hay una conciencia común de cuidado entre todos los adultos, aún en el tiempo libre. Aún así nunca supo de normativa o protocolos, simplemente entendían que llevaban menores y asumían esa responsabilidad. “Yo lo tuve a Kendry también en la Sub-17 y jamás hubo ningún inconveniente”, destacó tajante.

La desatención es generalizada

Robert Arboleda, señalado como uno de los que llevó a Kendry, ha respondido a su manera en redes.Cortesía

De acuerdo con Mauricio Córdova, especialista de Fudela y docente de la Universidad de las Américas, uno de los problemas es que en Ecuador no se ha podido construir un diagnóstico de la situación de derechos de menores en el ámbito deportivo. No hay informes de las instituciones deportivas y, lo peor, no cuentan con profesionales que cumplan los requisitos mínimos en estos aspectos.

Tan grave es la falta de protocolos en las organizaciones deportivas, que dentro de un informe del 20 de diciembre de 2023 de la Defensoría del Pueblo sobre casos judicializados por violencia sexual cometidos contra niñas, niños y adolescentes en los últimos cinco años, se concluye que el Ministerio del Deporte “no tiene conocimiento de un histórico de los casos”.

Dentro del fútbol en concreto, la situación no es mucho más alentadora, aunque hay quienes le han prestado mayor atención a la situación en los últimos años. Por ejemplo, en Independiente del Valle, la mayor cantera del país, este tema se ha ido mejorando. Según cuenta Córdova, Fudela tuvo un primer acercamiento hace ya cinco años y desde entonces ha ido acompañando a implementar mejores procesos para el cuidado de los menores que entrenan, estudian y viven en el complejo de los ´rayados´.

En Liga de Quito también existe una profesional específica que es parte del plan integral de formativas, y es experta en derechos de la infancia. Su presencia, sin embargo, apenas se implementó en este 2024 cuando el club reestructuró todo a partir de la salida de la Comisión de Fútbol. En tanto que en Aucas hay un cargo similar, el de coordinador académico, que se ocupa de los aspectos fuera del fútbol de los chicos de la residencia.

Desde Fudela aplauden ese trabajo, pero a decir de Córdova, “la FEF y Liga Pro deberían implicarse más en el tema y generar una normativa para todos los clubes”. Incluso, propone él, podría incluirse en los requisitos para obtener una licencia de competencia que el club tenga un área o al menos un profesional que trabaje exclusivamente en protección de menores.

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