Cristian Ramírez nació en Santo Domingo de los Tsáchilas y, a los 19 años, emigró a Europa. Hasta entonces, el glamour y las marcas de ropa famosas no formaban parte de su vida.

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Durante 11 de sus 30 años, ha jugado en Alemania, Rusia y Hungría. Actualmente milita en el Ferencváros húngaro. En Europa, se casó con la modelo húngara Aniko Vago. Desde entonces, el lateral izquierdo tricolor ha adoptado el estilo de vida de su esposa, inmerso en el mundo de la moda.

Con el paso de los años, las publicaciones de Ramírez en redes sociales, especialmente en Instagram, han evolucionado. Dejó de compartir fotos cotidianas como la mayoría de las personas y se transformó en el modelo favorito de su ‘ñora’, quien lo guía y asesora en cada pose para las fotografías.

Ramírez, quien recientemente regresó a la selección ecuatoriana, es el mejor ejemplo de cómo la influencia europea puede transformar a un futbolista. De hecho, podría dedicarse al modelaje si así lo deseara.

Además de su pasión por las fotografías, tanto él como Aniko comparten el gusto por los tatuajes. Antes de conocer a Cristian, ella tenía su piel ‘virgen’, pero ahora su cuerpo está lleno de figuras.

Si en Ecuador tenemos a Segundo Castillo como referente de estilo en ‘cachina’, en Europa Ramírez es nuestro representante ‘fashion’, quien, con cada publicación, demuestra sus habilidades como modelo profesional. Su esposa, una verdadera experta en moda, ha sido su principal influencia.

La pareja, que mantiene una relación muy estable, visita Ecuador con frecuencia. Aunque han recibido propuestas para modelar ropa en su país natal, han declinado amablemente.

Aniko es una top modelo profesional, muy conocida en Hungría y Rusia, y es la mejor influencia para que Cristian saque el modelo que lleva dentro.

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